1.11.10

Cap 121

Heracles

Creo que hacia tiempo no corría tan deprisa, sin importarme o no las ramas que me llevase por delante. Y no era por miedo a esas cosas, que mas bien era respeto por su gran tamaño, sino porque debíamos alertar a nuestros compañeros allí en la playa. Solo esperaba que no los hubieran tomado por sorpresa esas cosas. Los conocía bastante ya, pero no creía posible que pudiesen salir bien parados si los atacaba por sorpresa un grupo importante de gigantes... Y hablando de gigantes, Midhos estaba raro... Desde que llegamos que lo estaba,
-Midhos... Espero que... Cuando lleguemos me digas lo que sabes- le dije algo entrecortado por la ardua carrera, según mis cálculos estábamos a poco más de la mitad de camino, con gran ventaja sobre ellos. Aunque por su tamaño, con una carrera nos alcanzarían pronto. -¡...!- Me desvié a la derecha rápidamente antes de quedar estampado contra un gran árbol. Eso estuvo cerca, Me había desconcentrado...

Seguimos nuestra carrera, esquivando obstáculos. Adelphos y Patroclo corrían juntos, con gran agilidad. Yo iba unos metros atrás, pero cargando al pobre esclavo. Sentía su sangre en mi espalda. No sobreviviría, lamentablemente. De seguro que tenía una gran cantidad de hemorragias internas, era una lastima ya que demostró ser valiente. Pudo haber huido... Pero no lo hizo, y así quedo. Despeje mi mente de esos pensamientos y acelere la marcha... Al rato llegamos a la playa.

-Calisto, ve por el resto del equipo...- dijo Adelphos. Este asintió y rápidamente fue corriendo. Patroclo rápidamente empezó a mirar a todos lados, tal vez buscando un lugar para escondernos, quien sabe. Me acerque a Epifanía y deje al esclavo en el suelo. Ella lo miro con una mueca de lastima y horror, tal vez, la sangre salía de su nariz y boca... No era un espectáculo agradable.
-Hay... Gigantes... Caníbales...- alcance a decir, estaba muy agitado. Traté de controlarme y logre seguir –Tienen una aldea, son muchos...-
-¿Una aldea de gigantes caníbales? -preguntó la chica mientras se acercaba al esclavo a atenderle -Cómo es posible ¿Se comen entre ellos? -volvió a preguntar mientras acercaba una venda al rostro del herido
-Desearía que fuese así... Pero no- recordé la estancia en la aldea de los gigantes, mientras la chica vendaba la cara del esclavo. -Tienen animales muy grandes, ideales para saciar su hambre... Pero... También vi una zona, repleta de huesos humanos- dije, también había visto una jaula con varios humanos, vivos... Pero no podía volver por ellos, había observado la jaula, nos hubieran atrapado antes de que hubiese siquiera podido abrirla.
-Creo que no deberíamos quedarnos aquí – musitó Cyrene mientras se acercaba a Mor. 
-Este… Este hombre no va a sobrevivir –acotó Epifanía mientras ponía su mano en su pecho y luego acercaba su oído a su pecho –Su respirar se dificulta… Quizás demasiado, no sé como aun respira –agregó.
-¿Cómo? ¿El esclavo va a morir? ¿Qué le pasó a mi mercancía? –preguntó Amisthy.

Observe a Epifanía negar con la cabeza ante el estado del esclavo, quien despidió una gran cantidad de sangre mientras se sacudía un poco. Todos observamos como exhalaba su último aliento de vida... Epifanía se levanto negando de vuelta. -Ha muerto... Por lo menos su sufrimiento ha terminado- la sacerdotisa tenia razón.
-Rayos... Y pensar que podría haber sacado algo de él- acoto de nuevo, con un tono de decepción la chica, Amisthy.
-En fin. Debemos irnos de aquí, la isla no es segura ya- la voz de Mor se hizo oír por sobre el murmullo de los hermanos entre si. De esta manera tomamos nuestras cosas, lo poco que nos quedaba, y decidimos irnos... ¿Hacia donde? No sabíamos... Sin embargo, antes de dar unos pasos, Midhos se acerco volando a gran velocidad hacia mi, parándose sobre mi hombro... Note su preocupación cuando se prendió fuerte. Emitió un chillido estirando las alas y solo atine a decir... "Mierda"
-¿Que sucede?- pregunto Adelphos...
-Gigantes, se acercan- dije serio mientras acariciaba un poco a Midhos para que se relajara y no me apretase tanto.
-Movilicémonos hacia el lado contrario de los gigantes ¿Qué tan grande era el pueblo? -preguntó Mor mientras se levantaba y esperaba.

Pensé un momento, recordando nuevamente. Al cabo de unos momentos mire a Mor -Era muy grande, esas cosas miden fácil mas de tres o cuatro metros, pero había muchos de ellos. No exagero.- respondí mirando a Patroclo, que ya tenía su equipo listo. El lado contrario de los gigantes... -Supongo que si seguiremos un rumbo alejado de ellos, lo mejor seria ir por allí...- acote, señalando con la mano la dirección a la cual ir.
-Entonces partamos de una vez -comentó Keops mientras se ponía las manos tras la cabeza y comenzaba a avanzar.
-Me parece lo mejor en este momento –musitó Epifanía mientras cerraba los ojos del esclavo, dejaba unas monedas en sus ojos y se levantaba.
-¿No va en la boca la moneda?- preguntó Cyrene.
-No lo sé con exactitud, preguntémosle a Mor, que debe saber más del tema ¿Mor?
-Da lo mismo, pero en los ojos es más seguro de que sean entregadas- comentó mientras miraba a Epifanía con ojos asesinos y luego continuó –Bien. Entonces en marcha- acotó. De esta manera emprendimos rumbo hacia... Bueno, hacia donde no hubiese gigantes, esperábamos...


by Silius