Camine un par de pasos hasta el lugar que nos habían dado, baje la cabeza en dirección a ella y tomé la capucha y la bajé – Bueno ahora sí, hasta puedes darte el lujo de bajar la capa- musite para girarme y mirar alrededor – He viajado en peores- dije ladeando una sonrisa mientras comprobaba la privacidad – No me gusta este lugar… Y por sobre todas las cosas, no me gusta en la forma en que él te mira- volví a comentar para mirar a Epifanía y bufar.
Le miré negando -Hay algo en la forma en la que te mira a ti que tampoco me agrada -musité mientras me quitaba la capa, la dejaba sobre unas cajas para luego desamarrar el arco de Apolo de mi espalda -Bueno... De todos modos, nos mantendremos alejados de él... -dije pensando en lo molesto que se había marchado y en el lío en que probablemente se había metido Mor con él... -No nos meteremos en problemas -acoté estirando mi cuello hacia atrás y después estirando la espalda -¿De dónde crees que venga este barco? -dije mirando a Mor para luego girar hacia la entrada y las paredes del sitio.
- Yo no sé tú- dije para mirarla - Pero que este barco se hunda lleno de estatuas, no es algo que ni tú, ni yo tengamos en nuestros planes y por mi parte, no pienso permitirlo. Así que no aseguro nada de no meterme en líos, prefiero eso ah...- suspire al ver cómo me miraba, debían ser la crudeza de mis palabras, cambie el tema rápidamente - No lo sé... Pero este barco no es lo que parece a pesar de haber como esta, infinidades de embarcaciones- mire a ambos nuevamente para mirar a mi capa en la caja, después a Epifanía - ... Esta no se siente como todos los viajes que he realizado...- señalé el arco - ¿Dónde piensas guardar eso?
Negué -Supongo que si permanezco con tu capa podré seguir ocultándolo amarrado a mi espalda -musité mientras me pasaba las manos por la frente y me llevaba el cabello hacia atrás -Entonces... Si hay problemas no los evitaremos -dije mirándolo, él no se movió -Supongo que tendrá que haber una buena razón para eso -musité por lo bajo mientras me sentaba en el suelo. No tenía intención de seguir con ese tema, más en la situación en que estábamos -Quizás cuenten con el apoyo de algún dios... -solté, había algo en el barco que me hacía pensar que no era un barco común, al igual que a Mor.
Camine en dirección a la caja para tomar la capa, si era verdad lo que Epifanía había dicho, sería mejor entonces que no se dejara esto en ningún sitio, la última vez que paso algo así... Tuve que ir al tártaro a robarme un cabello de Circe - Podría ser... ¿Por qué no? Últimamente todo quiere destruirnos y los dioses no discriminan a la hora de escoger aliados, ni escatiman tampoco...- mi mirada se clavó en un tobo con agua y decidí acercarme para meter el brazo izquierdo, pude sentir un gran alivio, una paz refrescante, había que curar el brazo, eso era un hecho, saque la mano del tobo y con la derecha comencé a hurgar en la capa algún resto de raíz, lo que fuese... Y me topé con la ambrosía, bueno todo menos eso, realmente en la posición en la que me encontraba, solo faltaba que Hades viniera a amonestarme...
Lo observé meter la mano en el agua, luego revolver sus cosas y negué -No te diré que comas la ambrosía -musité en su dirección, me miró alzando una ceja -Pero deberías, esa mano no tiene un buen aspecto -agregué mientras sonreía, me apoyé en una de las cajas sin dejar de mirarlo.
- Gracias por el consejo...- seguía revolviendo cualquier lado, cualquiera - Y por la observación...- dije sarcástico para entonces sacar la última raíz... Una dosis pequeña, insuficiente, pero era algo... Di un par de pasos para tomar uno de los harapos que había desperdigados por el lugar y le tire la capa en la cara a Epifanía y me senté un par de metros de ella. - Póntela, podría llegar cualquiera...
Fruncí el ceño y tomé la capa, la estiré y cubrí el arco con ella -Es una buena idea, que no vean el arco será lo mejor -comenté solo para molestarlo, él bufó y se concentró en su mano -Déjame ayudarte -musité mientras daba un par de pasos y me hincaba junto a él -Veo que no eres muy diestro con las manos, menos con solo una útil -estiré mi mano en su dirección.
La mire frunciendo el ceño, sin alejarme ¿Por qué haría ella eso? - No deberías, te estresan mis métodos…- musite, examinando cada reacción posible de su rostro, para tomar la muñeca que se aproximaba en dirección a la herida – Que para curar no sirvan, no quiere decir que sean torpes- le sonreí para soltarle la muñeca –Insisto, mejor lo hago yo… Tu cara comienza cambiar…- su rostro se había fruncido al ver la raíz oscura y seca.
-Es tu decisión. No volveré a tocar una de esas cosas a menos que sea de extrema necesidad -comenté levantando las manos y recordando la última vez que había visto una de ellas, solo el recuerdo me daba asco -Pero quizás te pueda ayudar con las vendas... En serio Mor, tu mano luce horrible -dije mirándola con curiosidad -Quizás la pierdas y quedes como aquel hombre en cubierta que no tenía ni codo -acoté y lo miré.
Reí y la mire - No soy médico como Zorba, pero sé que eso no va a ocurrir- dije para bajar la mirada a la raíz y frotarla con fuerza contra la piel, apreté la mandíbula, intento apartar el dolor agudo de la piel desprendiéndose y el ardor de la raíz... la raíz comenzó a desteñir y la sangre, la sangre la herida comenzó a volverse negra. Epifanía miraba con asco, incrédula. Finalmente enterré levemente la raíz en la herida – Véndalo- musite – O lo hago yo- con la voz más grave, los dientes apretados sintiendo como la raíz empezaba igual o más que el líquido de aquella masa en que estaba envuelto Apolo.
-¿La dejarás ahí? -dije sin soltar las manos, ya la simple expresión de su rostro me respondió pero no me dejaba tranquila -Bien... dejémosla ahí -musité, miré las "vendas" que tenía junto a él y negué -Imposible -musité mientras tomaba mi vestido y desgarraba un trozo, algo más limpio que lo harapos que tenía -A ver -dije mientras tomaba su mano, estaba caliente, y comencé a envolverla con la tela, que de inmediato se manchaba con la sangre negra -¿Seguro que lo dejarás ahí? -pregunté sin quitar la mirada de su mano.
- Si, lo dejare ahí- reí por lo bajo frente a su expresión que continuaba siendo de asco e incredulidad - No acostumbras a ver heridas como estas todos los días por lo visto- musite mientras veía con detenimiento el movimiento veloces y hábiles de sus manos con el vendaje.
-Puedo soportar las infecciones, el olor de aquel líquido amarillento, las quemaduras y los huesos quebrados y fuera de la piel... Pero ver como tu sangre se vuelve negra y la vena que tienes hinchada en la cien de tanto apretar la mandíbula por el dolor... -negué y terminé de vendar la mano -Eso no puedo soportarlo -finalicé y lo miré levantando los hombros levemente.
Fruncí el ceño, divertido ante sus
palabras - Porque puedes soportar tanto... ¿Y no algo tan sencillo como esto?
Sin gracia aparente, más rápido de curar que un hueso roto... ¿Y esto no?- seguía
mirando su expresión, su cara, su cara era entretenida y a pesar de no
"poder soportar todo este asunto" seguía allí curando la herida -
Pudiste haberte negado...- agregue finalmente.
Negué y me senté a su lado, apoyando la espalda contra unas cajas. ¿Cómo explicar que el dolor ajeno es peor que el propio? Si le decía eso seguramente reiría en mi cara, pero me era imposible no ayudar, menos a alguien del grupo, menos a él. -¿Haberme negado? -musité negando -¿Acaso no fui yo quien se ofreció a ayudar? -pregunté -Después de todo, ya si rechazaste la ambrosía tenía que haber algún modo de cooperar con tu... -miré su mano -Método -finalicé.
-Eso es cierto, te ofreciste- comente - Pero lo hiciste antes de ver de qué iba el "método", y sin embargo vez el método, te parece el horror del mundo y aquí estas... Que altruista, que poco común- mire el brazo vendado que estaba casi lista - Actos como esos no se ven casi nunca y menos...- reí por el chiste que venía – Con tu dueño que tanto te empuja, maltrata y molesta - tome la capa con el brazo derecho que estaba encima del arco, estirándome, para colocar su hombro en el suyo, y hacer lo mismo con el otro lado de la capa dejando a Epifanía cubierta, subí la capucha y escondí su rostro, ante los pasos que se aproximaban lejanos, le hice una seña de que esperase y tome el arco, lo metí atrás de las cajas para volverme a sentar. Dos hombres pasaron mirándonos curiosos, Epifanía ya había subido su capucha, la capa larga y extendida sobre ella tenía más el aspecto de una manta, el par no aparto la mirada hasta que se perdieron doblando el pasillo. - Esto debe ser obra del tipo que vino a convencernos...- susurre de tal forma que solo Epifanía pudiese escuchar - Nos tienen vigilados, me pregunto si con los otros estarán en la misma posición.
Me qué inmóvil cuando Mor me tapó con la capa, creí que sería otro de sus jugadas para molestarme, más cuando los pasos se hicieron lo suficientemente fuerte como para volver a quedarme quieta, cuan obediente esclava, entendí que lo mejor sería quedarme con la capa puesta. -Espero que no. La verdad, dudo mucho que Cyrene actúe como novia... -musité mientras me corría la capa, quedando solo con el rostro al aire -Espero que no estén vigilados... Aunque es lo más probable -agregué y fruncí el ceño -¿Cómo crees que me maten si ahogo a mi amo con una almohada mientras duerme?... -comenté mientras recogía las piernas y apoyaba mis brazos en ellas, con el rostro serio -Lo digo en serio, podría hacerlo... No soy la mejor de las esclavas -comenté y sonreí.
-Entonces que suerte que no tengamos almohadas... Y estas solo sean barracas de mala muerte- una sonrisa ladeada se deslizo ante al comentario, para después mirar el vendaje y, con un gesto rápido, le di las gracias, gracias que no estaba acostumbrado a dar nunca, porque realmente nunca ocurría algo así... Me levante apoyando la mano derecha y mire el arco - Deberías guardarlo e ir a ver como están los otros.
-Si amo -musité por lo bajo alzando ambas cejas. Miré el arco, me levanté y lo tomé, luego me quité la capa y amarré nuevamente el arco a mi espalda -Bueno, con esto caminaré erguida el resto del viaje -musité y volví a ponerme la capa. Me acerqué a la puerta y asomé la cabeza -No hay gente en el pasillo... -musité mientras comenzaba a caminar.
Coloque mis manos en su hombro y la coloque frente a mí al lado derecho - Camina, pero camina frente a mí, donde pueda verte- mi mirada comenzó a pasearse por todos los pasillos que íbamos dejando atrás, hasta que vimos al resto de los chicos en el pasillo, tirados.
Negué y me senté a su lado, apoyando la espalda contra unas cajas. ¿Cómo explicar que el dolor ajeno es peor que el propio? Si le decía eso seguramente reiría en mi cara, pero me era imposible no ayudar, menos a alguien del grupo, menos a él. -¿Haberme negado? -musité negando -¿Acaso no fui yo quien se ofreció a ayudar? -pregunté -Después de todo, ya si rechazaste la ambrosía tenía que haber algún modo de cooperar con tu... -miré su mano -Método -finalicé.
-Eso es cierto, te ofreciste- comente - Pero lo hiciste antes de ver de qué iba el "método", y sin embargo vez el método, te parece el horror del mundo y aquí estas... Que altruista, que poco común- mire el brazo vendado que estaba casi lista - Actos como esos no se ven casi nunca y menos...- reí por el chiste que venía – Con tu dueño que tanto te empuja, maltrata y molesta - tome la capa con el brazo derecho que estaba encima del arco, estirándome, para colocar su hombro en el suyo, y hacer lo mismo con el otro lado de la capa dejando a Epifanía cubierta, subí la capucha y escondí su rostro, ante los pasos que se aproximaban lejanos, le hice una seña de que esperase y tome el arco, lo metí atrás de las cajas para volverme a sentar. Dos hombres pasaron mirándonos curiosos, Epifanía ya había subido su capucha, la capa larga y extendida sobre ella tenía más el aspecto de una manta, el par no aparto la mirada hasta que se perdieron doblando el pasillo. - Esto debe ser obra del tipo que vino a convencernos...- susurre de tal forma que solo Epifanía pudiese escuchar - Nos tienen vigilados, me pregunto si con los otros estarán en la misma posición.
Me qué inmóvil cuando Mor me tapó con la capa, creí que sería otro de sus jugadas para molestarme, más cuando los pasos se hicieron lo suficientemente fuerte como para volver a quedarme quieta, cuan obediente esclava, entendí que lo mejor sería quedarme con la capa puesta. -Espero que no. La verdad, dudo mucho que Cyrene actúe como novia... -musité mientras me corría la capa, quedando solo con el rostro al aire -Espero que no estén vigilados... Aunque es lo más probable -agregué y fruncí el ceño -¿Cómo crees que me maten si ahogo a mi amo con una almohada mientras duerme?... -comenté mientras recogía las piernas y apoyaba mis brazos en ellas, con el rostro serio -Lo digo en serio, podría hacerlo... No soy la mejor de las esclavas -comenté y sonreí.
-Entonces que suerte que no tengamos almohadas... Y estas solo sean barracas de mala muerte- una sonrisa ladeada se deslizo ante al comentario, para después mirar el vendaje y, con un gesto rápido, le di las gracias, gracias que no estaba acostumbrado a dar nunca, porque realmente nunca ocurría algo así... Me levante apoyando la mano derecha y mire el arco - Deberías guardarlo e ir a ver como están los otros.
-Si amo -musité por lo bajo alzando ambas cejas. Miré el arco, me levanté y lo tomé, luego me quité la capa y amarré nuevamente el arco a mi espalda -Bueno, con esto caminaré erguida el resto del viaje -musité y volví a ponerme la capa. Me acerqué a la puerta y asomé la cabeza -No hay gente en el pasillo... -musité mientras comenzaba a caminar.
Coloque mis manos en su hombro y la coloque frente a mí al lado derecho - Camina, pero camina frente a mí, donde pueda verte- mi mirada comenzó a pasearse por todos los pasillos que íbamos dejando atrás, hasta que vimos al resto de los chicos en el pasillo, tirados.
By Double_Angy & KatrinaxStevens