15.7.10

Cap 46


Keops

El gozo era infernalmente, increíble, sin embargo ya me había cruzado los pasillos unas seiscientas veces, estaba más mareado que cualquier otra cosa, pero algo me sacó de mi ensoñación.

- Oye sabes que te gustó - decía la voz picara de Mor al parecer estaba fastidiando a alguien.
- ERES UN.... - decía ahora la voz de Epifanía.

Escuché el sonido de una mano pegando contra un cachete y me asomé a ver qué era lo que pasaba, la escena era de los más extraña, Epifanía con su mano en el aire y el cuerpo de Mor en el piso con una mejilla extremadamente roja, no pude ni siquiera evitar las ganas de reírme a carcajadas. Epifanía había golpeado a Mor y por alguna razón eso parecía graciosísimo tanto que ambos se dieron cuenta de mi presencia y se acercaron a ver.

-AJAJAJA no puedo creer....jiji que..... Epifanía y jiii.... Mor. - La chica me vio con cara de extrañeza y Mor tapándose los oídos.
-¿Keops estás bien? ¿Dónde están los demás? - decía la chica bastante preocupada.
- Jijiji Anda Epifanía todos sabemos que te gusta Mor así que ¿Por qué no se lo dices? - dije entre risas, sin embargo mi yo subconsciente sabía que había dicho una estupidez. - Y tampoco te hagas el tonto Mor, anda aprovecha ¡Hicup! - dije entre hipos.

Lo que siguió fue una paliza por parte de ambos la cual bastó para sacarme de aquel hechizo de los lotos, dejando todo mi cuerpo con moretones severos y con uno que otro chichón, sin embargo lo más sorprendente es que Mor sólo había causado los moretones, en cambio Epifanía había causado los chichones uno que otro moretón y logró hacer sangrar a chorros mi nariz.

- Ahg.... pero no entiendo que hice mal agh... - decía en lo que Epifanía me vendaba con cierto desdén -Sólo dije lo que pienso y ni siquiera estaba en mis cabales Auch Epifanía por favor no me aprietes los vendajes tan duro Auch.
- Bien creo que ya está listo y te salvas de que no te pongo uno en la boca - dijo la chica con una mirada asesina. - ¿Bien ahora quien sigue?
- Supongo que deberíamos buscar a Adelphos, después de todo él es el "Líder" - dijo Mor enfatizando en la última palabra.

Ambos asentimos y empezamos a buscar por todo el palacio para encontrarle a el y a los demás.

By Silva

Cap 45


Mor

Todo era tan difuso, todos sonrientes y bailando, las bailarinas alimentándome con aquellos frutos y dándome de beber, mientras lamían la miel que caía en mi cuerpo, la cama llena de cuerpos desnudos… La música, el desenfreno, el vino y el loto… todo era tan… dionisiaco…
Tenía un dolor de cabeza horrible, loto, tenía que conseguir más loto, eso me quitaría el dolor, extendí mi mano y tanteé una copa.

-A veces se me olvida de que tan solo eres un niño…- Escuché el sonido de una copa cayendo al suelo y esta se alejaba, mientras una voz conocida y sombría musitaba, esa voz…
-Ah ah ah Mor… no más Loto ni vino para ti…- dijo el señor del inframundo mientras se aproximaba hacia mí, abrí los ojos, y la oscuridad lo embargo todo. De pronto sentí que algo tomó mis mejillas con fuerza y me hizo abrir la boca, el sonido de agua cayendo seguido de un sabor a hiel y por instinto no pude evitar no escupirlo…
-Aparte de Ingenuo y estúpido… terco- musitó para apretarme con más fuerza, al extremo de causarme dolor y el líquido volvió a correr –Traga…- dijo sin inmutarse y así lo hice a pesar de que sabía asqueroso., la oscuridad se hizo a un lado y sentí unos pasos caminar por la habitación.
-¿Ah que no que sabe bien Mor?- preguntó mientras lo veía apartar unos cuerpos desnudos con los pies –Es agua del mismísimo río del olvido, tu sabes, allá en el Erebo... Que paradójico ¿no crees?- ronroneó mientras volvía hacia mí y se inclinaba para tomar mi rostro y examinarlo.
-Espero que no vuelva a pasar esto Mor, ten más cuidado, yo no soy tu niñera…- dijo mientras arrojaba mi rostro al suelo… y lo hizo con tal fuerza que me hizo un par de magulladuras, miré hacia arriba, él se levantó, no podía verlo, entonces cayó algo en mi regazo.
-Quizás sirva para salvar a unos cuantos, tu sabes, si no lo escupen claro, ahí quizás entonces alcance para uno o quizás dos… Tú elijarás a quien salvas…- musitó
Volvió a caminar.
-No creo que esto le haya ocurrido a Ulises, pero claro, el nunca probo loto, siquiera fue el primero en entrar…- ronroneó.
-Salva un poco de la dignidad que te queda Mor y al menos levántate a buscar tus cosas y sal de aquí y termina con tu misión…

Miré un momento y la oscuridad había desaparecido.
La cabeza me daba vueltas y como pude apoyándome las cosas me levanté, miré hacia todos lados con el frasco en mi mano, buscando mis cosas, habían cuerpos, cuerpos tirados por todos lados, como una masacre pero no de una guerra, sino de Eros… del placer y Dionisio, pobres tipos…
El machete volvió a su lugar, toqué su puño suspiré y comencé a buscar a los otros, iba de habitación en habitación, buscaba hasta debajo de las mesas…
Y de pronto una habitación llamó mi atención, la habitación olía a Atenea… Entré y acostada entre la cama y el suelo, boca arriba y con cuerpos de hombres y mujeres alrededor estaba Epifanía con una sonrisa en los labios. Negué, abrí la puerta y entré en la habitación, le tomé por los hombros e intenté despertarla, pero solo decía frases incoherentes, entonces no había nada que hacer, la tomé por la cintura y me la cargué al hombro y cuando salimos del portal de la puerta, la mujer comenzó a retorcerse en mi hombro y a patalear como una niña pequeña mientras me golpeaba.
-Bájame Mor…- decía entre molesta y entre risas.
-No te voy a bajar…
-Quiero más loto Mor, bájame…- decía mientras con sus puños me golpeaba la espalda. Ya comenzaba a hartarme. –Si no me bajas comenzaré a Gritar… - me amenazó entre risas… Esa era la gota que había rebalsado el vaso.

La baje, tomé sus hombros y le pegué contra la pared, para después tapar con mi mano derecha su boca y susurrarle muy cerca.
-Si llegas a gritar Epifanía te degolló aquí mismo… Mis oídos no soportan un grito de nada, siquiera un chillido, ni un sonido alto, me duele la cabeza como tú no tienes ni idea…- dije entre susurros y gruñidos. -¿Todavía vas a gritar?- susurré y ella negó, baje la mano.
-Entonces déjame ir quiero más loto…- musitó intentando estar seria. Entonces ya al borde, tomé el líquido que me había dado Hades, tome sus mejillas entre mis manos y la hice beber…
-¡TRAGA!- le ordené, pero ella se retorcía entre mis brazos -¡TRAGA!- le ordené de nuevo y como pudo lo escupió. Gruñí. Tomé el frasco y vacié un poco en mi boca, la tomé con fuerza por lo hombros y la besé, primero se resistió, entonces con mi mano derecha tomé su mejilla y sus labios se abrieron, y la bese con más fuerza, el líquido paso de mis labios a los suyos y ella fue bebiendo aquel líquido, de pronto su legua comenzó a jugar con la mía y mis manos aflojaron su cautiverio, las manos de Epifanía comenzaron a subir suaves por mi pecho, mientras la mano que estaba en su hombro comenzó a bajar lentamente por su espalda, y la que tenía en su mejilla comenzó a bajar por su cuello. Ya se me olvido hasta porque había hecho aquello, ¡Ah sí! La cura, pero al parecer todavía la cura no había hecho efecto así que esto no hacía mal a nadie... Sus brazos comenzaron a entrelazarse por detrás de mí cuello como abrazándome, mientras mis manos cada vez iban bajando más y la atraía más a mí y los besos iban con más pasión y fuerza. De pronto mis labios comenzaron a bajar hasta llegar a su cuello… Su piel era suave, y podía sentir su respiración. Sentí sus manos que estaban en mi cuello acariciar mi cabello y de pronto sus manos se colocaron en mis mejillas y ¡Chas! Cachetón.
-Veo que ya despertaste Epifanía…- ronroneé mientras me erguía y guardaba el frasco.
-Eres un estúpido, un aprovechador, un timador, un ¡Arg!- dijo algo entre hiperventilada y molesta, mientras ponía sus brazos en mi pecho pero esta vez para empujarme hacia atrás.
-Si ¿Y cómo lo dices y lo roja que estas se supone que tengo que creerte?- dije entre risas.
-¿Crees que me gusta oler a azufre?- dijo mientras se sacudía a sí misma, como si tuviera polvo o estuviese sucia.
-Bueno por lo menos es mejor el azufre que el olor a Atenea ese que tienes- ronroneé –Te hice un favor…- dije con una sonrisa ladeada.
-¡Arg!- dijo irguiéndose y muy cerca de mí a modo de reto y de pronto se tambaleó, yo la tomé por lo hombros, como un estúpido reflejo. -¡No me toques!- me gritó.
-¡Y tú no grites!- le dije.
-Yo grito cuando quiero- dijo y soltó de mis manos. Se volvió a tambalear.
-Mejor vamos a buscar los demás antes de que te desmayes de nuevo.- musité tomándola de la muñeca y arrastrándola por los pasillos.
-¡Te dije que no me toques!- dijo en voz alta.
-Vuelves a gritar Epifanía y te juro que te mato… - gruñí. Ella giró el rostro y me siguió el paso, sin dirigirme la palabra molesta. Mientras más rápido saliera de esta estúpida misión sería mejor, estos estúpidos juegos de dioses me sacaban de quicio…

By Double_Angy

14.7.10

Cap 44


Heracles

Alegría, infinita alegría... Era lo único que podía sentir ahora. No me importaba lo que pasaba, siendo sinceros no recordaba bien porque termine con estos sujetos acá... Pero definitivamente me gustaba mucho. Una rara sensación recorría mi cuerpo cada vez que probaba ese delicioso fruto, intentaba darle un poco a Midhos, pero esta se negaba. ¿Acaso no le gustaba? Baa! Mejor, más para mí... Miraba a todos disfrutar, bailaban sobre las mesas, reían... Vaya, hasta Epifanía ahora me parecía extremadamente atractiva, al igual que estas chicas que bailaban a mi alrededor. Reía mientras veía sus cuerpos danzar a mí alrededor... Todo parecía andar tan bien, ¿no estaría bueno quedarse aquí por siempre? Intentaba recordar vagamente porque motivo habíamos llegado a este lugar, pero no se me ocurría nada.

Estuve hablando un poco con el "Rey" de la isla... Me resultaba muy graciosa cualquier cosa que salía de su boca. Me convido con vino que acepte gustoso, el rey era único... Todos tendrían que ser como él. Note que Midhos picoteaba mi cabeza y me hablaba, no le hacía mucho caso hasta que me picoteo fuerte, me gire riendo y le dije...
-¿¿Que... Quieres??-
_Deja de comer eso Heracles, si siguen así no saldrán nunca más de esta isla..._ la mire frunciendo el ceño, que ave con falta de humor...
-Vaya...- dije acariciando algo brusco su cabeza -Un ave parlante... Mira qué bonito...- acote mientras el ave apartaba de un picotazo mi mano.
_Veo que ya es tarde, mañana a la mañana espero que estés más cuerdo..._ volvió a decir y salió volando hacia afuera. Sí que era rara, pero era muy graciosa, jaja. Hable un rato más con el rey hasta que Herotarco me invito a bailar sobre una de las mesas al igual que los demás, esta no tardó en hacerse añicos como la anterior... Todos reíamos muy alegres, tome otro pedazo de esa fruta y le pegue un mordisco... No sé porque Midhos no quería, esperen... ¿Ese era el nombre del ave? Bue, da igual... ¡Salud! Pensé mientras bebía más vino.

Epifanía, Adelphos y algunos otros ya no estaban, ¿adónde habrían ido? ¿Acaso no querrían más? Bueno, ellos se lo perdían. Salí para afuera un momento, el aire me pego de lleno en el rostro, fue como un enorme alivio al mareo que llevaba. Me gire al ver una hermosa muchacha que estaba a mi espaldas, su cabellera oscura llegaba hasta el final de su espalda, sus ojos parecían tan profundos... Camino hacia mí riendo y tomo mi mano mientras corriendo me llevaba hasta una gran habitación, estaba algo mareado, nunca había probado ese fruto ni bebido tanto vino. La observe como sin ningún tipo de pudor se desvestía por completo dejando a la vista un exuberante cuerpo. Sonreí frunciendo el ceño mientras se acercaba a mí, entonces caí de espaldas en la cama, al costado había una bandeja con más de esa fruta...

Tome un pedazo... Le di uno que comió rápidamente, para luego acercarse más a mí. Sin embargo algo en lo profundo de mi ser me decía que no lo hiciera, que me detuviera... Unas rápidas imágenes de un par de personas me dejaron muy confundido...
-Perdóname...- le dije riendo aunque más seriamente luego... Ella rió y siguió caminando hacia mí, pero fue entonces que me quede dormido por completo. Lo último que escuche fue un...
-Que lastima... Será en otra ocasión fortachón...-

By Silius

11.7.10

Cap 43


Adelphos & Epifanía

Estaba muy entretenido. Las mujeres eran realmente bellas Mor y yo parecíamos amigos de hace tiempo, un par de viejos amigos, unas chicas nos bailaron y mor estaba fascinado Herotarco y Keops charlaban y reían como duendes mientras el joven Heracles conversaba con el rey Paris.
De pronto perdí de vista a Epifanía y decidí ir a buscarle, un lacayo me indico donde se hallaba y entre.

Sentí que alguien me golpeaba el rostro, tenía las manos cálidas y una voz familiar.
Entreabrí los ojos y vi al príncipe tratando de despertarme. Tenía rostro de preocupación, así que no pude largarme a reír.
-Jajaja… Estoy viva príncipe, si es eso lo que le preocupa –musité mientras me levantaba frotando mis ojos. Me sentía menos eufórica que antes.

Le mire y le sonreí acto seguido me acosté junto a ella muy quitado de la pena y mirándole le dije muy burlón -Uy con que la sacerdotisa ya no es sacerdotisa eh- ella me miro con una leve sonrisa y eche a reír seguido de un pequeño golpe en la cabeza y yo le correspondía igual.

-No entiendo príncipe… ¿A qué te refieres…? Jajaja –reí mientras miraba el techo del cuarto, para luego tomar un vaso que se encontraba junto a la cama y bebí un gran trago, toda la felicidad que creía perdida volvió a mi mente.

-¿Que no hubo acción con el tipo con quien te fuiste?- le dije fascinado y después le sonreí una sensación al estilo de celos me empezó a invadir mientras Epifanía me miraba y reía en vez de molestarse.

-Jajaja… Espera… ¿A qué te refieres con acción? –dije mientras lo miraba. Jamás había escuchado esa palabra en una oración como esa… -¿Te refieres a si luchamos?

-No digas tonterías mi querida Epifanía -le dije y le abrace amistosamente y le dije -ya sabes, s....e...x.....o -le dije y nos miramos acto seguido soltamos una carcajada y sonreíamos.

Negué con la cabeza mientras reía y me acomodaba en sus brazos… Se sentía como cuando dormía en los brazos de uno de los hombres que me crió, quien fue como un hermano para mí.
-Mi querido príncipe. El sexo es algo de lo que estamos privadas las sacerdotisas… Aunque no creo perder mis capacidades si lo práctico, prefiero abstenerme de cualquier acto… -musité y bostecé –No conozco lo que llaman amor… No creo conocerlo nunca, así que no me preocupo por eso –acoté.

De pronto saque un loto y le di una mordida y le di a Epifanía un poco después le mire el rostro y comencé a reír levemente mientras Epifanía me acompañaba, sentí un impulso que nunca sentiría estando en mi sano juicio y de repente mis labios hicieron contacto con los de Epifanía.

Cinco segundos después, separé el cuerpo de Adelphos del mío y lo empujé. Me levanté de la cama y lo miré durante un segundo. Reí a carcajadas, para luego tomar el vaso con la bebida de loto y volver a reír. Adelphos me miraba extrañado mientras se sentaba en la cama.
-Eso… Príncipe. Es lo peor que pudo haber hecho –sentencié sin dejar de reír.

-Vamos sacerdotisa que me harás eh, brindemos en vez de pelear-eche a reír y después de una enorme risa tome una copa de vino y la alce- ¡Por tesalia! -dije mientras la sacerdotisa bebía su jugo de loto.

-Créeme que lo que te pueda hacer me vale un bledo… Pero… ¿Has besado a un hermano? –pregunté mientras brindaba… -Así se sintió… Muy raro… No lo repitas –sentencié seria, intentando contener la risa, pero en segundos, nos largamos a reír nuevamente. Este chico, me recordaba a l fraternidad del templo, un hermano, así lo veía… Nada más -¡Salud!

Las risas eran incontenibles, de pronto tome a Epifanía por el brazo y comenzamos a bailar de nuevo mientras reíamos y raíamos como locos en verdad esos lotos eran raros -Oye Epifanía, tus labios son suaves -le dije y echamos a reír una vez más, nos soltamos y caímos de sentón.

-¿Gracias? –musité mientras me acomodaba en la cama y cerraba los ojos… -Los tuyos no están más –bromeé y me dormí.

Caí en el fino tapete que recubría el suelo y quede dormido del todo era algo cansado reír y reír...

By KatrinaxStevens & Hunterhelmsleyhearst