14.8.10

Cap 75


Epifanía

Mi mirada centrada en los arqueros enemigos. Mínimo 30 arqueros con los que acabar y unos cuantos extra que detener en el ataque que emprendían hacia nuestro grupo.
Veía como Cyrene disparaba inequívocamente a cada centauro que aparecía, así que me centré en algún punto fuerte del enemigo y apunté al centauro líder de los arqueros, quien daba la orden de disparar cada carga de flechas a los demás. Me concentré con el arco tensado en mis brazos, mientras decidía... ¿Su corazón o su cabeza? y tensaba cada vez más la flecha en mis manos. Pero no era una decisión tan sencilla. Esperé unos segundos mientras notaba como mi blanco se movía, protegido con su armadura platinada y su casco brillante... Un movimiento levantando el brazo en nuestra dirección, los músculos del brazo se tensan y el espacio entre la armadura y su axila se agranda, pero ese no es un buen ataque. Luego baja el brazo abriendo fuego en nuestra dirección, dejando al descubierto aquel hermoso espacio entre la armadura y su casco... el cuello, ese es el real blanco. Tensé aún más el arco en mis brazos y apunté a su cuello, volvió a levantar el brazo y al bajarlo, dejó unos segundos su cuello desprotegido, y como si viera todo los movimientos demasiado lentos como para ser realidad, solté la flecha y esta, surcó el aire velozmente, girando en su avance y penetrando fielmente el cuello del líder, perforando aquella arteria en su cuello que en cuestión de segundos le hizo perder tanta sangre como si le hubiesen degollado, y el cuerpo del centauro cayó inerte, provocando desorden entre sus dirigidos.
Sonreí levemente mientras sacaba otra flecha de su estuche y observaba como los arqueros se habían desordenado. Sin quien los dirige solo tienen la opción de abrir fuego libremente, un total caos. El armadillo se aproximó peligrosamente al enemigo, recibiendo todo tipo de ataque por su parte, pero sin mucho resultado, pues los escudos eran increíblemente poderosos y las lanzas y flechas que a ellos lanzaban se partían, rebotaban o simplemente se incrustaban en ellos, sin causarles más daño, por otro lado, las espadas y lanzas que salían entre los mínimos espacios entre los escudos, cortaban todo tipo de cosas, piernas, perforaban pechos, se enterraban en cuellos o cualquier parte aleatoria de los enemigos.
Entre tanto desorden, los arqueros disparaban a lo que se moviera, su líder yacía junto a ellos y como el caos los reinaba de momento, no notaban como los compañeros a sus lados caían con flechas que atravesaban su protección y perforaban su corazón. Cyrene y yo no dejábamos siquiera que tuvieran tiempo siquiera de pensarlo.
Era una flecha tras otra, una flecha a un arquero, a un fauno, a un centauro que atacaba a Keops por la espalda. Y así sucesivamente.
Bajo nosotras, Heracles se encargaba de los que aparecían, parecía controlarlos, además su ave... Esa extraña ave le indicaba por dónde venían los ataques. Realmente lo estaba enfrentando muy bien.
Cyrene continuaba acabando con los arqueros, que cada vez se reducían más y más. Aun no notaban de dónde venían las flechas y es que el árbol era tan motudo que nosotras estábamos muy bien cubiertas.
Con la vista panorámica que teníamos, vimos como Keops y Mor hacían su trabajo increíblemente. Todo el que aparecía bordeando el "armadillo" era aniquilado sin siquiera darse cuenta de que era lo que lo había matado. Repentinamente un fauno apareció y logró escabullirse de Keops, quien entretenido con otro más, no lo vio. Se alejó en dirección al bosque en nuestra búsqueda, se topó con el rastro que Mor dejó en entre la alta hierba y comenzó a recorrerlo. Sentí la voz de Cyrene preguntándome por qué no disparaba, pero no podía, sencillamente, no podía quitar la mirada de las acciones de aquel fauno. Un poco más adelante en el rastro, Mor se entretenía atravesando faunos desertores con su machete, una estocada al pecho, otra cortando cabezas o extremidades, y de repente aquel fauno que antes miraba, tomó su espada y de la forma más sigilosa que encontró, se propuso atacar a Mor por la espalda, aprovechando que este estaba entretenido con otro enemigo. Sentí mi corazón achicarse levemente, sin entender por qué entrecerré los ojos un momento y sin pensarlo dos veces, saqué de mi estuche una flecha, la tensé en mi arco y apunté aquel fauno, unos segundos en los que Mor ya lo había sentido y se había volteado para acabar con él, pero solo se encontró con un fauno y una flecha atravesando su cabeza, entrando por atrás del cráneo y saliendo por la frente.
Sentí mi respiración volver a la normalidad y continué disparando a los arqueros enemigos...

By KatrinaxStevens

13.8.10

Cap 74


Heracles

"-Midhos... ¿Crees que este sea un lugar seguro?- le preguntaba al ave que acababa de posarse en mi brazo.
_Cuando se decide enfrentar a los dioses, no existirán lugares seguros..._"

Midhos había tenido razón, no habría un lugar seguro hasta que acabemos nuestra misión. Y para eso creo que aún falta que superemos muchos obstáculos mas... Los dioses irán cayendo uno por uno, de eso estoy seguro. Cada uno de los integrantes de este grupo es muy capaz... Aunque también debo vigilar muy bien a algunos, a pesar de tener un mismo objetivo principal, el tiempo me ha enseñado que no debo confiar en cierto tipo de personas...

En la orilla de este hermoso estanque, un chirrido me saco de mis pensamientos, la voz de Midhos que se iba alejando cada vez más. Me pregunto qué hará cuando no la veo... Pero bueno, ahora debía concentrarme en los nuevos acontecimientos... La misteriosa Cyrene y... Patroclo, el hermano del príncipe Adelphos. He de confesar que me cae mil veces mejor la niña que ese sujeto y su grupo de hombres, de eso estoy seguro. Aunque bueno, nunca de desestima ese tipo de ayuda en momentos como estos... Pero si ni siquiera su hermano confía en él, habrá que tenerlo muy bien vigilado.

Cyrene nos advirtió que los faunos nos atacarían por el norte, no entendía mucho de lo que ocurría aquí, pero después de haber luchado contra uno de ellos en el pueblo, comprendí que sería muy difícil enfrentarlos para salir. Habían propuesto retroceder, pero aunque esa era la idea más cuerda, enfrentarlos y salir de esta isla era la mejor opción. Así que siguiendo al "príncipe" Patroclo, que ya me caía muy mal por haber tratado así a Cyrene y Epifanía, nos preparamos para enfrentar a los faunos y salir de esta isla. No sentía a Midhos cerca, pero confiaba en que aparecería en el momento justo, como siempre.

El primer ataque contra esos seres no nos dejó muy convencidos de que podríamos salir de este lugar. La estrategia que eligió Patroclo no fue la mejor, pude eliminar a uno y dejar gravemente herido a dos más, pero aun así no disponíamos de una buena defensa, y eso nos jugaba muy en contra. Pero luego, con una idea de Mor, que me pareció muy convincente, nos dispusimos a atacar de nuevo... Mi trabajo seria defender a Cyrene y a Epifanía que tenían el trabajo de eliminar a los "arqueros" del otro bando... Mientras ayudaba a subir a Cyrene al árbol que habían elegido junto con Epifanía para atacar, escuche a lo lejos el grito de Midhos... Sonreí levemente. Me gire ante el sonido de pisadas y divise a un fauno que se dirigía hacia mí...

-Ven a mí...- le dije y blandí mi espada haciendo que esta brillara un momento y salte hacia el con tanta potencia que hice que cayera con su pesado cuerpo, este me lanzo una poderosa patada que esquive por centímetros. Me levante y retrocedí unos pasos, este se paró sobre sus patas traseras como queriendo dar a entender que era superior a mí, pero solo atine a sonreír mientras le lanzaba una daga directo a su corazón... este bajo rápidamente sus patas y repelió la daga, pero yo ya me lanzaba hacia el a una gran velocidad y el filo de mi espada corto su garganta... Un líquido medio violáceo salió de su garganta antes de caer desplomado al suelo, retrocedí y me oculte entre los arbustos que tapaban la base del árbol en el que estaban las chicas disparando flechas de forma tan certera que por un instante dude de que fueran humanas... Bue, cosas mías.

Veía como los demás iban avanzando cada vez más, sin embargo los faunos eran muchos aun. Mor y Keops estaban haciendo un excelente trabajo, lo mismo el "armadillo"... Sin embargo, repentinamente, tres faunos se acercaron al árbol, al parecer habían averiguado de donde provenían las flechas que los estaban aniquilando tan certeramente... ¿Ahora que rayos debía hacer? Eran tres...

-Rayos... Qué más da...- musite mientras esperaba el momento y salte de pronto hacia la espalda de uno de ellos que rápidamente intento zafarse y empezó a saltar y a girar, de pronto saque la daga que me quedaba y la enterré en el cuello del fauno, este cayó al suelo. Me levante y mire al par de faunos que me miraban con algo de rabia por la muerte de su compañero... Volví a sacar mi espada, ellos hicieron lo mismo ya que en un enfrentamiento muy cercano usar sus arcos no era la mejor opción... Mire el cuerpo del fauno caído, sin pensarlo rápidamente rodé y tome la espada de este, enseguida ese par me ataco...
-Vas a morir grandulón...- me decía altaneramente uno, el otro solo sonreía burlonamente. Empecé a esquivarlos y a repeler los golpes con sus espadas, no eran muy habilidosos con estas así que no me costó mucho herir en un costado a uno de ellos, el corte era bastante profundo y no duraría mucho así...
-Me las pagaras maldito...- musito con bastante esfuerzo el fauno al que acababa de herir, sin embargo sonrío cuando se escuchó el ruido de pisadas que venían rápidamente hacia mí, a unos diez metros de mi espalda... Fruncí el ceño preocupado, pero cuando se escuchó el chirrido de un ave, también sonreí... Los faunos fruncieron el ceño confundidos...
-¡¿Que rayos?!- exclamaron al unísono al ver al fauno derrumbarse a un par de metros de mi espalda, tenía un gran corte en su garganta, por la cual salía abundante "sangre". El otro que venía con él tuvo la misma suerte...
-Ya pensé que no vendrías...- dije sonriendo mientras Midhos se paraba en la rama de uno de los árboles y gritaba extendiendo sus bellas alas doradas, los faunos que tenía enfrente no se creían lo que veían... Pero no les di mucho tiempo para pensar ya que los ataque con toda mi ferocidad... Al cabo de diez minutos ya estaba custodiando de nuevo el árbol... Mire como los demás habían avanzado mucho...
-¡Mor!- exclame en dirección a este, él se giró... -¿¡Ahora que!?- le pregunte, había que ver cuál era la siguiente fase del plan... ¿Debíamos avanzar hacia ellos? De pronto una flecha casi me da de no ser porque la repelí con mi espada… Vaya, había estado muy cerca…

By Silius

11.8.10

Cap 73


Epifanía & Mor

La estrategia de Patroclo había sido desastroso ¿Dónde rayos había aprendido estrategia ese imbécil?, con los flancos descubiertos que había dejado su “movimiento” era como colocarse un letrero diciendo “mátenme” y ni loco me iría para allá, ya que la cantidad de escudos no alcanzaría para todos, después Cyrene al parecer se le había ocurrido una idea, que pensándolo bien era por un lado aceptable, pero no funcionó del todo, ya que la falta de apoyo y organización habían derribado las dos formaciones, habría que hacer algo. Y de pronto una lluvia de flechas, la prueba de fuego de las formaciones…. Que habían develado el fallo en ambos planes, bueno, estaba claro, si no trabajábamos juntos, y cada quien se especializaba en lo que era mejor, este bosque sería nuestra tumba.

-...Pelear, ¿No es obvio? -musitó Patroclo sosteniendo su arma, las flechas habían cesado, este era el momento para hacer algo pero, ya…
-Bueno chicos, yo no voy a morir aquí…- gruñí mientras miraba un momento a ver si las piezas que comenzaban a anclarse en mi mente podrían funcionar –Tenemos que hacer algo, pero bien, no mediocre, y si lo hacemos, tenemos que apoyarlos todos… es así de sencillo, o piensan bien lo que van a hacer y no comenten más errores, y hacemos algo que realmente sirva.
-Tengo un plan pero todos van a tener que seguirlo- musité serio mientras les miraba a todos.

La lluvia de flechas no se había dejado esperar y la táctica que Cyrene había empleado no había funcionado del todo. De todas formas íbamos bien encaminados… Nos volvimos a reunir en grupo y mientras los guerreros de Patroclo nos cubrían con sus escudos de las flechas de los centauros, teníamos que pensar un plan, pero al parecer, Mor tenía algo.

No había otra opción, los centauros iban avanzando…. Tuvieron que aceptar, unos a regañadientes y unos siquiera me importo si lo hizo o no.

-Bueno Patroclo, me imagino que el intento anterior fue una especie de formación Espartana, sería ideal que ahora si la hicieras decentemente, como un armadillo, en el cual las púas serán sus lanzas, irán avanzando hasta ellos, y los irán dispersando, y los que no alcancen a moverse serán atravesados por las lanzas, avancen a una velocidad decente, bueno eso harán todo los que tiene el escudo, no creo que tenga que nombrarlos….- musité y me giré mirando a los chicos –Hay que aprovechar las habilidades que tiene cada uno, por eso Cyrene y Epifanía- musité mirándoles respectivamente, volverán a encontrar un punto, donde puedan ayudar con el ataque aéreo, ustedes serán nuestras arqueras, contra arqueras, intentaran darle a lo que se escapa de aquel armadillo, o lo que pueda herir con urgencia nuestra infantería.
-¿Y qué harás tú?- preguntó con desdén Patroclo.
-Yo, con Keops me encargaré de lo que a tu “útil” división se le pasó por alto, cada uno por un flanco iremos tomando lo que van dispersando, estarán tan confundidos, porque serán atacados por tantos lados diferentes, que no sabrán ni que los mato…- sonreí.
-¿Y yo que se supone que hago?- preguntó Heracles.
-Tu Heracles, tienes la importante tarea, de que no maten a las flacas… Si una cae, el plan no funciona, y si sobrevivimos, yo te mato…- musité con una sonrisa, tan cálida y sádica que era extraña. Y era verdad, si alguien salía herido de la división, por no cumplir su rol, si ganábamos, lo mato… Por no haber cumplido con su deber.
-Bueno ya saben todos lo que van a hacer, comiencen, Keops y yo, cuando hayan avanzado una distancia prudencial los seguiremos….- musité los hombres dudaron pero con un chasquido de un algo molesto Patroclo, comenzaron.
-Mientras que ellos avanzan, nosotros tendremos que buscar un buen lugar para ustedes…- musité y todos asentimos.

Miré a través de los ínfimos agujeros que quedaban entre los escudos, al igual que Cyrene, en busca de cualquier árbol al que pudiésemos subir. Tenía que ser frondoso para pasar lo más desapercibidas posible y alto, muy alto, para tener una vista panorámica del ataque.
Repentinamente hubo un silencio. Las flechas dejaron de sonar sobre los escudos y todos nos miramos esperando.

-El recambio –musitó Mor mientras levantaba levemente el escudo y observó –No es eso… Están atacando al equipo de Patroclo –musitó con una leve sonrisa –Bien. Ahora es su turno –dijo mirando a Cyrene y a mí, asentimos al unísono y se levantaron los escudos. Dejaron a la vista los árboles en los que teníamos que escondernos con Cyrene.-
-¡Ese de ahí! –musitó Cyrene.

Comenzamos a correr agachados, debíamos movilizarnos totalmente desapercibidos y llegar a los árboles. Avanzamos y nos escondimos tras unos arbusto, sentíamos los ataques que los centauros hacían al equipo de Patroclo, pero no había tiempo para mirar… -Lastima-
Nos aproximamos agachados al árbol y lo rodeamos, para quedar tras el tronco, fuera de la vista del enemigo. Sostuve el arco de Cyrene, mientras qué Heracles juntó sus manos, al igual que Mor, formando una especie de escalón para que Cyrene lograra aferrarse al tronco del árbol, luego la levantaron y para que pudiera afirmarse en una rama muy alta, logrando así treparse a la copa. Keops estaba pendiente de cualquier cosa, cualquier inconveniente. Estiré los arcos a la chica ya trepada en el árbol y llegó mi turno de subir.

Ayudamos a subir a las chicas los árboles estaba algo preo… Pero se pasó al instante, ya sencillo, si alguien salía herido el encargado de su trabajo, se llevaría un buen puño mío, eso me hizo sentir mejor…
Cuando Heracles se quedó en su lugar, con Keops nos miramos y asentimos, para ir cada uno por un lado para poder comenzar con nuestra ofensiva.
Me oculté en los arbustos, mientras avanzaba sigilosamente y desenfundaba el machete, estaba algo encorvado, pues era mejor si el ataque fuese sorpresa, cuando llegamos al mismo nivel del grupo de Patroclo, salimos de los arbustos y comenzamos la ofensiva, el primer centauro se acercó sorprendido y yo sonreí, ya extrañaba estas luchas masivas…

By KatrinaxStevens & Double_Angy

10.8.10

Cap 72


Cyrene

Miraba a los tipos que recién había llegado formar su barrera, ya antes había visto a Epifanía con un arco y sin duda habría centauros entre los arbustos que atacarían a distancia usando sus flechas. Tomé a la chica del brazo y le señale uno de los arboles más frondosos que teníamos a la mano levantando ligeramente mi arco que era ligeramente más largo que el suyo.

No lo pensó mucho antes de terminar escabullidas, ella un poco más abajo que yo por si tenía la necesidad de bajar. Bien ocultas tensamos el arco, un primer centauro saltó en dirección a los hombres de Patroclo y dos faunos se acercaban al grupo de Adelphos. Epifanía lanzó una primera flecha en dirección a uno de los faunos y al tiempo un movimiento del hacha de Mor terminó haciendo rodar la cabeza del ser.

El centauro que se había lanzado contra los hombres de Patroclo termino perforado por lanzas sin siquiera lograr derrumbar aquella barrera. Epifanía me dirigió una mirada mientras yo seguía tensando el arco sin disparar ninguna flecha aun.

-Cyrene...-susurró –Cyrene -repitió ligeramente más alto.

Mi vista se mantenía enfocada entre los arbustos altos, esperando un solo movimiento, estaba de cacería, era lo que me decía mi mente para mantener la concentración al máximo. Dos centauros más saltaron al ataque del grupo de Patroclo y dos más hacia el grupo de Adelphos mientras el segundo fauno caía, esta vez en manos de Heracles.

Epifanía tensó el arco para apuntar a los centauros que amenazaban a sus amigos, sin embargo le detuve.

-Espera... Solo un poco -le dije sin desviar mi atención del frente.

Hubo movimiento entre los arbustos y entonces disparé una flecha que surcó el aire a gran velocidad, al tiempo que se perdía entre la espesura se escuchó un grito ahogado de dolor, ya preparaba una segunda flecha disparándola casi de inmediato apenas se dio un segundo movimiento, no hubo grito, solo un peso muerto cayendo.

-...Van dos -dije sonriendo.
-...¡Vaya! -exclamó la chica mientras disparaba dos flechas hacia uno de los centauros que atacaban el grupo de Patroclo haciéndole caer gravemente herido.
-Sin ánimos de ofender... Pero entre los humanos... Soy sin duda la mejor arquera -dije con una sonrisa, si había alguien con cuya habilidad debía medirme, era sin duda Artemisa, mi antigua maestra y protectora porque ya no tuve más dudas... Iria con ese grupo hasta averiguar qué significado tenía la libertad para mí.

Preparé una tercera flecha y entonces Epifanía las observó cuidadosamente.

-¡Las puntas!... Son... Como cuernos -dijo ella y asentí al tiempo que disparaba una tercera flecha certera.

De pronto una lluvia de flechas se dejó venir obligando a los chicos a cubrirse entre los árboles, por lo que Epifanía y yo nos vimos obligadas a saltar del árbol y escondernos a la suficiente velocidad como para no ser alcanzadas.

-¿Cómo cuantos son? -gruño Mor mirándome.
-...Media isla les pertenece... ¿Cuantos crees que son? -le respondí y bufó molesto. Lo más cuerdo era huir, el problema era que buena parte de las opciones de huida ya debían haber sido cubiertas con obstáculos.
-¿Y ahora? -Preguntó Keops que lucía emocionado.
-...Pelear ¿No es obvio? -dijo Patroclo sosteniendo con fuerza su espada mientras aparecían los centauros al frente y las flechas cesaban.
-Allá vamos...-dije con un suspiro.

By Wolfmanhunter_Lilith

9.8.10

Cap 71


Patroclo

Asentí con la cabeza y tome mi lanza en posición de ataque comenzó a correr para ganar impulso, cuando tuve el suficiente impulso arroje la lanza a lo lejos se escuchó un gemido y después un grupo de faunos hicieron presencia al parecer mi lanza había perforado a una de esas bestias sonreí de felicidad por la pelea y comenzamos la pelea, Adelphos se incorporó a nosotros.

Entonces comencé a forma a los hombres

-¡Barrera de contención! -grite, era un término militar, mis soldados se formaron y pusieron los escudos al frente para protegernos y atacar con las lanza, los faunos nos atacaban, esas criaturas eran fuertes pero las derrotaremos -¡Adelphos diles a tus compañeros que se formen atrás de notros para que puedan atacar más fácilmente! -le gritaba a mi hermano mientras los faunos empezaban a presionar en la barrera-¡¡Preparados!! ...¡¡Empujen!! -les decía a mis hombres mientras a las ves les picaban con las lanza al mismo tiempo que empujaban con los escudos...

By Hunterhelmsleyhearst

Cap 70


Adelphos

Comenzábamos nuestro trayecto, me coloque junto a Heracles apenas adelante de Patroclo y sus guerreros mientras por atrás el resto de mis compañeros iba conversando, observe a Patroclo colocarse su casco al igual que el resto de sus hombres.

-¡Adelphos! -me gritaba Patroclo mientras me lanzaba un casco, asentí con la cabeza y me lo coloque.
-Adelphos déjame decirte que tu hermano me ha caído como una patada en la cabeza-me decía Heracles mientras caminábamos.
-Créeme que yo tuve la misma sensación cuando llego.
-Príncipe, decidme ¿Vuestro hermano es fuerte?-preguntaba Heracles.
-Sí, él es mejor guerrero de tesalia.
-¿Y qué hay de ti? -me decía mientras miraba a Patroclo tomar su lanza.
-Bueno la diferencia no es mucha pero créeme que es más fuerte que yo.

De pronto el ambiente se tornó pesado se percibía en el aire que los faunos estaban cerca, me atrase un poco para hablar con mis compañeros

-Debemos estar en guardia el enemigo está cerca -les decía respaldado por Cyrene, había que abrir bien los ojos y cuidarse -¡Patroclo! Pónganse en guardia -avisaba a mi hermano...

By Hunterhelmsleyhearst

Cap 69


Epifanía

Miré un segundo el grupo. No éramos un mal número. Aunque una mitad era dirigida por uno y la otra mitad era un grupo que trabajaba en equipo y donde no había líder. Sería difícil lograr un trabajo equilibrado, pero debíamos intentarlo.
Miré un segundo a mi costado, Cyrene caminaba con el semblante un tanto triste, y mientras avanzábamos, solo podía mirarle y sonreír. Keops más adelante parecía no interesarle nada, me causó gracia, estaba como de costumbre tan tranquila y distraído. Mor miraba con cada vez más odio a Patroclo, mascullaba cosas y fruncía el ceño. Patroclo, seguido de sus guerreros y frente a ellos, Adelphos y Heracles. La verdad, no me sentía muy cómoda con el nuevo integrante, pero no tenía más que aceptar, pues como había dicho antes, cualquier ayuda sirve.

-Cyrene... -musité mientras la miraba un segundo. Me miró de regreso y sonrió levemente.
-¿Qué sucede?
-Eso mismo te quería preguntar -comenté con una mueca mientras posaba mi mano en su hombro.
-Descuida... Estaré bien -respondió mientras sonreía.
-Bueno... Cualquier cosa que necesites, me dices -dije mientras volvía la mirada al camino, un tanto preocupada, la chica se veía triste y yo no podía ayudarle.

Miré un segundo hacia el lado y vi a Mor quitándose la venda, con un gesto de "menos mal que se alivió" y "maldita epifanía que no me dio la cura antes". Cuando notó que yo le observaba puso nuevamente esa cara de "¡¿Qué?!", acompañada de una mueca. Entrecerré los ojos negué con la cabeza, volví el rostro al camino y repentinamente...

By KatrinaxStevens

Cap 68


Patroclo

Por un instante pude ver a Adelphos del pasado ese Adelphos que no dudaría en matarme esa mirada tan sádica y fría pero eso al parecer era asunto terminado regrese con mis hombres a planear la ruta de movimiento al llegar note que Calisto estaba conversando con la mujer con la que antes había charlado… ¿Cuál era su nombre...? a si Cyrene.
-¡Calisto! -le grite para que se incorporaba a nosotros.
-¿Cuál es el plan? -preguntaba Demetrius mientras Calisto llegaba.
-Iremos por el norte, al parecer el enemigo planea un ataque.
-¿Contra qué nos enfrentamos? -preguntaba Bemus.
-De los dioses no podemos esperar cualquier cosa -contestaba Aeneas.
-Manténganse alertas -les decía yo -Tenemos que protegernos el uno al otro –finalizaba.
-Tengan prioridad en Calisto y sobre todo no mueran -sentenciaba Demetrio mientras todos al unísono gritábamos -¡¡Por Tesalia!!

-Juro que vengare a mi padre y recobrare el honor de tesalia- pensé mientras toma un par de escudos y me acercaba a Adelphos

-Tómalo te servirá -le decía mientras le arrojaba uno de los famosos escudos tesalios reconocidos por su resistencia en combate.
-Gracias -comento Adelphos sin quitarme la mirada de encima...

By Hunterhelmsleyhearst

Cap 67


Adelphos

Todo era tenso Patroclo llego a alterar el ambiente pero fue sensato por parte de Demetrius y Calisto pedir disculpas debo admitir que me alegro de que ese par este aquí son los más nobles guerreros de tesalia junto a mi recién fallecido padre claro está.

-¡Adelphos! Iremos por el norte -me decía mi hermano menor Patroclo mientras le miraba.
-Nosotros iremos por donde sea un poco más seguro -le decía mirando a mis amigos-Entre todos decidiremos la ruta.
-No seas cobarde hermano y ven con nosotros -me decía Patroclo en tono burlón.
-¡Escúchame bien Patroclo, si quieres ser parte del grupo tendrás que tratar a todo como igual de acuerdo! -le decía mientras miraba a Calisto acercarse a Cyrene.
-Bastante hago con venir a ayudarte -me decía seriamente.
-Yo no te pedí tu ayuda -le decía mientras le miraba fijamente, por un momento mi mirada volvía a ser la de un asesino al igual que la de Patroclo.
-Ese es mi hermano -decía Patroclo mientras daba una leve sonrisa y se alejaba a con sus hombres.

Me incorpore de nuevo a con el resto de mis amigos al igual que Mor y Epifanía, pude ver que Cyrene regresaba de su conversación con Calisto mientras Keops se acercaba a mí.

-Disculpa ¿Adelphos decidme que fue esa mirada? -me decía curioso.
-Es parte del pasado, un pasado que no quiero volver a recordar.
-Vale como digas...
-¿Y bien cuál es nuestro rumbo? -preguntaba a el grupo mientras nos reuníamos.

By Hunterhelmsleyhearst

Cap 66


Cyrene

Mientras Epifanía se había ido a buscar a Mor el cual, durante una fracción de segundo me había parecido un caballero. Los demás nos quedamos en silencio mientras una ninfa tironeaba de mi pie, me miraba con una tristeza infinita, ella sabía que decir lo de los faunos había sido demasiado y Artemisa también me lo había advertido.

-¿Qué ocurre? -pregunté mientras me agachaba a la orilla ante la mirada de los guerreros y el tipo ese que de pronto me parecía más desagradable que Mor y… Mucho más idiota para dirigirse a las mujeres.
-Artemisa dice que esta será la última vez que te ayudara... Los Faunos vienen por el norte.
-¿El norte?... Esa es la salida más rápida... Y todavía se encuentra en terrenos de ella... ¿Por qué vienen ellos cruzando ese territorio?
-... Nadie se detendrá hasta asesinar a esos sujetos... Cyrene... Por lo que más quieras, no te acerques al líder de esta locura, y no quedes marcada... Quizás... De ese modo... Puedas regresar cuando Artemisa se calme -dijo la ninfa pero negué con la cabeza agradeciendo la información -... Otra cosa más.... Artemisa dice que mantengas los ojos abiertos y te cuides de cualquier treta, humana o divina.

La ninfa se marchó mientras yo me levantaba y sin darme cuenta ya estaba rodeada de los sujetos que seguían al tal Patroclo. Me sentí algo intimidada y tratando de no hacerlo notar traté de mantenerme hostil para que viesen que no me podían atemorizar.

-…Así que viene por el norte -dijo el príncipe con un tono que daba a pensar en que creía haberlo deducido por sí mismo.
-Si por lo que quizás podríamos ir por otro lado -dije mirándolo fijamente.
-Oh no… Nada de eso... Iremos por el norte también- dijo sonriendo confiadamente y lo cual me produjo escalofríos.
-¿Debes estar loco? ¿Acaso te golpeaste contra una rama?- pregunté alarmada y sin detenerme a pensar en lo que decía- ¿Quieres ser presa fácil acaso?
-...Yo no seré la presa de nadie, estúpida mujer -dijo levantando la mano pero le miré desafiante, esperando el golpe como si no importara, se contuvo a punto de hacerlo -Es definitivo.

Fueron sus palabras, después los otros amigos de Epifanía se acercaron a mi mientras el que se hacía llamar Adelphos parecía ir a discutirle algo a su hermano.
-¿Te encuentras bien? -pregunto un muchacho que no tenía mucha más edad que yo, asentí con la cabeza -Iré a avisar a Epifanía y Mor.

Se marchó mientras me quedaba con otro que tenía un águila siguiéndole todo el tiempo. Le miré un momento.

-...No son gente de fiar... Esos que llegaron recién... No son gente de fiar ¿Verdad?-pregunté mirándolo un momento.
-Así es al parecer...

Y de pronto los sonidos de vida en el bosque iban apagándose... No faltaba mucho más antes de encontrarnos con los faunos y centauros.

By Wolfmanhunter_Lilith

8.8.10

Cap 65


Epifanía

Mor salió caminando y bastante molesto, dejando tras de sí a un equipo bastante molesto y que, me atrevería a decir, lo habrían atacado de no ser por el honor guerrero y esas cosas. Negué con la cabeza cuando los cinco guardaespaldas de Patroclo quisieron iniciar un enfrentamiento con Mor... que ya se había marchado, pero para mi sorpresa fue el mismo principito quien los detuvo con un aire de superioridad y una sonrisa burlona y sarcástica.

-Bueno, bueno... Dejemos de insultarnos y amenazarnos y... -comenzó Heracles mientras intentaba apaciguar los ánimos.
-Me sorprende lo poco dominado que tienes a tu equipo Adelphos... -interrumpió Patroclo negando con la cabeza y esbozando una sonrisa ladeada.
-Calla... Que no tienes idea de lo que es pertenecer a un equipo en donde no todos te rinden pleitesía... Hermanito -contestó mientras se volteaba y fruncía el ceño -Además, no sé qué tengas pensado, pero aquí eres uno más del grupo... Lo mismo para tus compañeros -agregó -Así que les recomiendo que se adapten -finalizó y todos quedamos mirándonos con cara de "¿Ahora qué?".

-Epifanía... -musitó Keops mientras se acercaba a mí un tanto confundido. Le miré tranquila mientras tomaba mis cosas y las aseguraba en mi cintura -¿Crees que debamos... fiarnos de ellos? Digo, sé que él es hermano de Adelphos... Pero ni el confía en el -comentó mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño pensativo.
-No lo sé... La verdad es que yo ya tengo aviso de advertencia en mi mente para ellos... Pero no quisiera adelantarme en conclusiones erróneas -musité y miré al suelo un segundo.
-Chicos -musitó Cyrene mientras salía de lagua y se aproximaba a nosotros -He visto una ninfa -comentó. Fruncí el ceño y asentí a la espera de que continuara -Dijo... Bueno, me dijo que en cualquier momento aparecían los faunos, así que por qué mejor... ¿No nos vamos? -musitó mirando en todas direcciones.
-Está bien, iré a avisar a Adelphos... -comentó Keops un tanto aburrido.
-Bien, bien... Yo voy por Mor -refunfuñé mientras tomaba mi arco, lo cargaba en la espalda y caminaba en la dirección en que se había ido Mor.

Comencé a caminar mirando en todas direcciones. Donde quiera que se hubiera escondido Mor, estaba muy bien camuflado, pensé mientras avanzaba y menos encontraba señales de él. Repentinamente el ambiente comenzó a ponerse pesado. El aire oscureció, la luz del sol dejó de colarse de entre la copa de los árboles, un silencio se masificó por el sector y un intenso aroma a azufre lo cubrió todo.

-¿Mor? -musité un tanto preocupada. La última vez que había sentido aquel aroma fue de él, pero no con tanta intensidad... A menos que...

Repentinamente todo comenzó a disiparse, los sonidos del bosque volvieron a restablecerse, el aroma se disipó en un dos por tres y la luz volvió a mostrar la inmensidad del bosque y frente a mí, se encontraba Mor de rodillas en el piso, presionando con una mano su hombro y con la otra desgarrando hierba del suelo. Acerqué mi mano a su hombro un tanto indecisa y en ese momento el muy bruto la tomó y me lanzó al suelo con mucha intensidad.

-¡Que rayos te ocurre Mor, eres un bruto!- grité mientras me levantaba rápidamente, aguantando las ganas de patearle el rostro y dejarlo ahí.
-¿Quién te llamó…?- gruño. Lo miré frunciendo el ceño y noté como presionaba fuertemente su hombro.
-¿Qué te sucede?- pregunté.
-Nada, miro de cerca una piedra- dijo burlón mientras cerraba los ojos fuertemente y respiraba lenta y profundamente.
-Mi muñeca -dije mientras tiraba de mi brazo y el soltó el fuerte agarre que ejercía sobre ella. La sobé un poco y me fijé en el hombro de Mor.
-¿Es esa la herida de la flecha...?
-Nooo... Es una herida que acabo de hacerme, porque me gusta el dolor -respondió sarcástico. Y sin pensarlo dos veces acerqué mi mano al hombro y enterré levemente mi dedo en él. Mor gruñó ante el dolor y me dirigió una mirada asesina -No vuelvas a hacer... -y volví a presionar levemente mi dedo en su hombro y él volvió a gruñir, quitando la mano que cubría la herida y apoyándola en el piso, desgarrando la hierba de él y creo que aguantando una ola de insultos en mi dirección.
-¿Qué te metiste? -musité mientras me acercaba a mirar como una pieza de algo mohoso se cubría con la sangre de la herida y la tornaba negra, como un alquitrán negro que corría espeso desde su brazo.
-Medicina... Agh... Del muy maldito Hades -musitó y respiró profundamente.
-Pero parece que te duele... Demasiado -musité y acerqué mi dedo a la llaga. Él corrió el hombro velozmente y me miró con ojos de advertencia -Tengo algo mucho mejor -recordé y musité mientras buscaba entre mis pertenencias un frasquito de concha marina en la que un ungüento rosáceo se encontraba solidificado y casi intacto -Esto... Es medicina del mismo Dios Asclepio -musité triunfante mientras lo dejaba junto a mí y acercaba mi mano a la herida de Mor.
-¡Ja! Crees que dejaré que me eches esa... Cosa, así como así -musitó negando con la cabeza mientras hacía una mueca de asco.
-No... Dejemos mejor ese trozo de "algo" metido en tu herida, a ver como terminas con un shock traumático... Se ve que duele demasiado -musité y el negó con la cabeza, pero relajé el gesto y acerqué mi mano a su hombro, presioné levemente mi dedo en él y volvió a quejarse y a mirarme con ojos asesinos.
-¡Detente!
-Jamás -respondí mientras tomaba con una mano su hombro y con la otra tomaba cuidadosamente el trozo de "algo" que sobresalía de la herida.
-¡Qué te detengas! -gritó mientras ponía su mano en mi hombro y me tiraba hacia atrás, pero era inútil, tenía mi mano aferrada a su hombro. Repentinamente se quejó estrepitosamente, sentí el "algo" ceder ante mi tirón y luego, la presión en mi hombro se detuvo y Mor respiró más tranquilo. Sonreí con el trozo de... ¿Corteza? En la mano y luego suspiré.
-Genial... Ahora me quedaré con la herida abierta -dijo molesto mientras miraba la herida, que estaba entre negra y color piel y roja y rara...
-Pues para eso está esto -musité, guardé la corteza entre mis cosas y tomé el pocillo de concha marina, pasé mi dedo por el ungüento y luego lo acerqué a su herida. Corrió el hombro, desconfiado y con el ceño fruncido, pero lo acerqué con mi mano y pasé la crema por la herida -Creme, en diez minutos no te quedará ni cicatriz -musité con una leve sonrisa mientras pasaba la crema por el borde de la herida y un poco por dentro, que parecía que ya se pudría con la cosa que tenía dentro.
-Me habrías ahorrado el sufrimiento si me hubiese pasado esta cremita antes -comento mientras tomaba la concha marina y miraba el ungüento en él, luego lo acercó para olerlo y al final, lo dejó a un lado.
-Es que con tu demostración de "no me duele en lo más mínimo" -musité mientras tomaba otra venda de mis cosas y envolvía la herida -No creí que lo necesitaras -finalicé y lo miré. Se levantó de inmediato, tomó su capa y tras ponérsela, tomó su machete y me indicó que nos marcháramos -Un gracias no estaría mal -comenté y el frunció el ceño y masculló.
-¿Gracias...? -
-Maldito mal agradecido -murmuré mientras tomaba mis cosas y pasaba junto a él, adelantándome en el camino y topándome con Keops de repente, seguido del resto del grupo.
-¡Aquí están! -musitó mientras nos miraba intermitente a Mor y a mí.
-¿Qué sucede?
-Cyrene dice, que las ninfas dicen, que los Faunos piensan atacarnos por el norte... Así que iremos hacia el norte... Y el norte está por aquí -musitó con una sonrisa.
-¿Vamos hacia ellos? -pregunté.
-Fue idea de Patroclo... -se defendió.

By KatrinaxStevens

Cap 64


Mor

-Confía joven Adelphos créeme que nuestra misión es ayudarles- musitó el idiota del clon real de Adelphos. Mientras el otro imbécil que tenía detrás le respaldaba lo que él decía como si tradujera las estupideces del clon a nuestro idioma.
-A ver, a ver, clon real de Adelphos, he tenido un exceso de paciencia contigo- musité mientras miraba al zopenco aludido -te voy a decir una cosa, te vas a ganar mi respeto y tu nombre, en la medida en que respetes a los otros… no sé qué te crees tú con tus cinco sirvientes con cara de matones, pero yo no les temo… siquiera me impresionan… Me he llevado a tipos más matonescos- me giré y gruñí. -Otra cosa más, otra falta de respeto a alguna de las mujeres, y yo mismo te arranco la lengua... estúpido egocéntrico… eres peor que Narciso...- mascullé entre dientes mientras me alejaba y escuchaba a un par de espadas desenvainarse y un par de las concubinas del clon del Adelphos quejarse y gritarme cosas que… realmente me importan nada… Tengo mejores cosas que hacer…

Comencé a caminar hacia el bosque, Hades tenía que darme ciertas informaciones de donde mierda estábamos y quien era el idiota ese…
De pronto las sombras que dibujaban los árboles comenzaron a tornarse más oscuras, más espesas y a expandirse hasta que de pronto todo era dramáticamente más negro… Muy Hades…

-“Otra cosa más, otra falta de respeto a alguna de las mujeres, y yo mismo te arranco la lengua… estúpido egocéntrico… eres peor que narciso…”- citó Hades imitando mi voz –Pero por lo menos Narciso tiene razón… es un chico realmente encantador, como no quererse así...- masculló Hades ya apoyado en un árbol que comenzaba a marchitarse.
-Sería más sencillo para ambos si tu visita la hicieras menos llamativa- musité mientras me sentaba en un tronco.
-Es que en esta visita Mor… tengo más cosas que reprocharte que cualquier otra cosa…- musitó mientras aparecía a mis espaldas y se agachaba hasta mi nivel – Haz acumulado más problemas, que aquella vez que fuiste a Peloponeso.
-Hu… ¿tantas?, no puedo creerlo…- ronroneé en tono sarcástico, ya estaba en problemas, agregar otro psss… que importa.
-Si Mor… y sabes que odio cuando haces eso- gruñó para aparecer frente a mí y alzarme por la capa.
-¿Sabes quién anda tirando flechas por allá arriba y de paso quiere que tu cabeza sea alimento de Escila?
-Pues son tantos que ahora no me vienen a la mente…- musité con una sonrisa ladeada mientras encogía los hombros
-Artemisa…- gruñó Hades, mientras las sombras que salían de sus pies iban marchitando todo lo que había alrededor.
-¿Y yo que le hice a esa loca?- pregunté enarcando una ceja.
-No es que le hiciste a ella, si no que le hiciste a su protegida, maldito bruto…- gritó mientras me ponía contra un árbol con toda su fuerza, dolor, si, ya me era tan conocida la sensación, que a veces ni la sentía -¿Te parece conocido?- gruñó.
-¿Cyrene?- musité como pude ya que tenía toda la cabeza contra un árbol.
-Si… Mor, Cyrene… Así que ten cuidado con ella, porque tiene el favor de Artemisa, solo ten cuidado…- me soltó y caí al suelo.
-Pero tengo que felicitarte, por algo- ronroneó Hades –Me gusta lo que estás haciendo con la sacerdotisa esa… la de Atenea
“¿Y qué hice yo ahora con la otra?” pensé mientras me acomodaba.
-Si… eso de hacerla caer… tiene a Atenea un poco cascarrabias, pero me gusta, pues perdería su contacto y de paso sería una menos… Quién sabe si hasta tenemos nueva medusa. Ah mor, me encanta eso que haces, eso de llevarle la perdición a todos los que te rodean… tienes un don. Síguelo haciendo, me gusta…
-¿Medusa?, espera de que me perdí- musité incorporándome.
-Si… Medusa, tú te sabes él cuento, así que no te hagas el que no sabes…- musitó mientras la oscuridad y las sombras volvían a sus pies. Que pensaba Hades ¿Qué yo andaba seduciendo a Epifanía para convertirla en medusa?, no se me había ocurrido…
-Claro… Medusa…- musité con una sonrisa ladeada algo fingida, porque de pronto no se me antojo la idea…
Y de pronto ¡Chas! Y un leve dolor en la nuca, Hades me había dado un chaschazo en la nuca.
-¡Y ya para de herirte así, que me haces más complicado eso de tenerte por aquí con vida…!- musitó con un exceso de tranquilidad mientras hacía un puño en su mano y yo me sobaba la nuca, pues cuando él se proponía hacerme sentir dolor, realmente lo conseguía. ¡Auch!.
-Te traje esto… tomas un pedazo y lo introduces en el orificio de la flecha.- masculló mientras extendía su mano y la falange de sus cadavéricos huesos develaba una especia de corteza violácea algo mohosa.
-Que… es eso…- musité mientras miraba con la ceja enarcada y algo de asco, pues sabía por experiencia de primera mano que todo lo que me daba Hades, o era asqueroso o muy doloroso, pero igual de útil… El dolor y la asquerosidad eran directamente proporcionales a su eficacia. Lo tomé.
-Cuando te lo coloques prepárate para un buen dol… ¡Que rayos!- musitó Hades, al ver que ya me había quitado la capa y apuntaba la corteza directamente a la herida…
-Bueno te dejo solo con tu dolor… espero que tengas presente tu sobre toleración al dolor y todas las estupideces que has hecho y lo tomes como una especie de redención.

Introduje la corteza a la herida que no había cicatrizado nada… Y el dolor que sentí fue… como ser presa de una lluvia de flechas, de ser mutilado vivo, y tres semanas de escuchar a Perséfone hablar de la incompetencia de Hades. Horrible.

-¿Duele demasiado?- preguntó Hades con la sonrisa contenida.
-Porque no te vas a tu maldito inframundo Hades…- le gruñí como pude. Él sonrió y se marchó. Mientras el dolor se iba haciendo cada vez más agudo, caí de rodillas, y de pronto fue como si la herida estuviese a fuego vivo, mientras yo intentaba respirar profundo y apretar la mandíbula. Dolía demasiado, maldito Hades… me las pagaría después…

De pronto sentí alguien tomar mi hombro.
Le tomé por la muñeca y lo arrojé al suelo.
-¡Que rayos te ocurre Mor, eres un bruto!- aquella voz que se volvía chillona cuando se enojaba era inconfundible.
-¿Quién te llamó…?- le gruñí.
-¿Qué te sucede?- musitó Epifanía.
-Nada, miro de cerca una piedra- gruñí sarcásticamente con una sonrisa mientras el dolor de vez en cuanto cerrar los ojos y respirar profundo.

By Double_Angy