12.6.11

Cap 171

Mor

Sentía que podía hacer 3 guardias más después de haber comido. Y es que el insomnio todavía seguía allí, como una sombra… No sé cuánto tiempo seguiría allí, pero la verdad es que eso era lo poco relevante de todo este asunto. 

- Juraría que vi algo pasar abajo del barco- musitó Epifanía mientras me miraba.
- Lo sé. Hay que estar atentos.
- ¿Qué es?
- No tengo idea – y es que era verdad, podrían ser muchas cosas.

Le observé un momento para decirle.

- Esto aquí arriba se está haciendo aburrido, gracias por la comida- me levante tropezándola hasta el punto de que tuvo que agarrarse de una parte de la capa para no caer.
- ¡Mor!- me gritó por la bajo enojada. Me reí y ella soltó indignada. – Iré a recobrar mis piernas, permiso- musité para bajar del alto lugar y comenzar a caminar. En la caminata encontré a Cyrene, esta me miró fijamente, yo pase de largo con una sonrisa ladeada, como divertido, ella se enojó. 

Y comencé a caminar por los alrededores del barco. 

Me encontraba en la punta del barco cuando repentinamente el agua se movió bruscamente en un chapoteo a mi izquierda, me detuve y fruncí el ceño mientras daba uno o quizás dos pasos hasta el borde y una mano apareció del agua. Acuse la mirada. La mano se hundió. ¿Sería acaso otro naufrago amigo de la mujer rescatada hace horas? Suspiré. ¿Y si era una trampa? ¿Y si era que ya empezaba a ver cosas aunque no lo quisiera porque no había dormido en un bueeeeeeen rato? Sonaba lógico, Bufé. Además, si era real, ya debía estar muerto y si era una ilusión de a mi agotada mente, aunque no lo quisiera, sería mejor que siguiera mi camino y buscara sueño. 

Alcancé a intentar dar un paso cuando de pronto, un sonido, como una melodía. Mi pie se detuvo en seco. Era una voz, una voz femenina. Mi mano casi con el mismo instinto con que saca el machete ante situación de peligro, se estiro hacia atrás agarrándose al borde, mi pie dio marcha atrás.

Solo en mi mente estaba la voz, la suave, deliciosa y femenina voz. Y de súbito sentí, una mano húmeda posarse en la mía, un escalofrío me recorrió por entero, una sensación de “sal de allí” fulminó el pensamiento de la voz en un segundo, pero no me movía y aquel pensamiento, súbitamente se tornó estúpido, mi mano se movió levemente, pero la suave y húmeda mano la retuvo, sin mucho esfuerzo. El susurro, su voz, me giré.

Mis ojos primero se clavaron en la mano de aquella aparición. Era una mano alargada, pálida y delicada que de pronto se me antojaba la mano más hermosa que había visto nunca y después encontraron unos ojos azules, intensos, salvajes. Un mechón cobrizo cayó en su mano y se deslizo en la mía, mire el mechón, casi con una devoción ciega. La mujer rió melodiosamente, sus labios eran rosados y carnosos. Hizo un leve y sensual movimiento hacia atrás con su cabeza acomodando y ostentando su larga cabellera ondulada.

Volvió a mirarme para sujetar mi mano y lentamente a apoyarse con sus codos en el borde tallado de madera, levemente. Y así pude observar el resto de su rostro con mayor claridad, apoyó su mejilla contra su brazo izquierdo y bajó la mirada tímida, con una sonrisa y volvió a mirarme. Nunca había visto nada parecido, era tan hermosa, la quería. Sus labios se movieron lentamente, su susurro melodioso y armónico, comenzó a ofuscarlo todo, en ese momento solo pensaba en, escuchar su voz, besarla, tocarla, tenerla... Sí, tenerla, eso era suficiente, con eso tenía todas las anteriores.


by Double_Angy