Hay cosas que cuestan
creer, y el hecho de que Epifanía lograra quitarle el machete a Mor es de esas
cosas que no crees ni viéndolo, Amisthy al lado mío sonreía de oreja a oreja
mientras veía a Mor sin su arma y lanzando miradas a esta misma que ahora se encontraba
entre mis manos.
-Bueno, ¿Qué soy el único
que es peligroso con un arma?- preguntó Mor aun receloso mientras Epifanía, que
había aprendido como caer de 100 formas diferentes le miraba sin poder esconder
del todo la sonrisa por su pequeña victoria.
-Nada de eso, es solo que
no solo Epifanía, Cyrene también parece disfrutar mucho el verte sin tu amado
machete- Mor me miró algo molesto y bueno, había sido culpa de Amisthy por
andar leyéndome el rostro.
Al final Mor se encaminó
a los cuartos, como buen chico, a encerrarse con los otros, pero se detuvo y
nos miró esperando el momento en que comenzáramos a dejar la zona libre de
armas. Epifanía fue la primera en alcanzar a Mor y platicaba con él de algunas
cosas mientras la otra chica y yo les seguíamos de cerca. Los cuartos ya habían
sido repartidos entre los chicos y bueno, teníamos que despertar a la chica
naufraga y conseguir su ayuda si o sí.
En el cuarto que
compartía con Epifanía y Amisthy recogí mi arco, la aljaba con flechas y las
cinco diminutas dagas que tenía en mi poder. Las acomodé debajo de la ropa y
fuimos a por las armas de los chicos quitándoles, espada, dagas y cualquier
cosa que pudiera usarse como arma por lo cual también despojamos las
habitaciones de utensilios médicos y cosas así… Los dejamos incluso sin
armadura porque al parecer en pleno embrutecimiento les daba por ser creativos,
a sugerencia de Mor quien sea dicho de paso, nos tuvo que ayudar a convencer a
Patroclo que con el humor que traía, le echaba pestes a cualquiera y si yo hubiese
tenido que ir a recoger sus pertenecías seguro me insulta y más seguro aun es
que yo lo golpeaba y bueno, debía comprender su dolor al perder a un amigo, así
que mejor Mor que manejo bastante bien la situación.Ya los chicos dentro del barco, y después de que Amisthy terminara de recibir las instrucciones del único a bordo que conocía de esto, la minoría, o sea, las mujeres del lugar, nos dispusimos a vigilar varias zonas del barco, pero parecíamos tener suerte de que el sol se estaba tardando en caer, o quizás navegábamos rápido, pero veíamos la isla muy cercana. Recé porque esto durara un poco más, que lográsemos llegar a salvo y estar lo suficientemente lejos de la playa como para que los chicos no escuchasen a las sirenas.
Pero tanta buena suerte es sospechosa y conforme el clima iba enfriando, se hacía también evidente que la noche estaba próxima.
-Antes de subir hablaste
con Heracles, ¿Qué te dijo? -preguntó Amisthy acercándose a mí, quizás notando
que andaba un poco inquieta.
-Solo me dijo que tuviera
cuidado, se me ha puesto un poco morada la mejilla -señalé el lugar donde había
un fino arañazo. La chica sonrió y negó.-También tienes golpecitos en los brazos, se ven muy tenues pero ahí están los morados -dijo ella y la miré frunciendo el ceño.
-Bueno, era agarrarme a golpes con la sirena o dejar que se llevara el mapa -comenté sonrojándome ligeramente.
-En realidad podías haber ido solo por el mapa pero la pelea fue estupenda, debería contársela a Mor y al resto de los chicos -dijo con una sonrisita malévola, la fulminé con la mirada.
Volvimos nuevamente al
modo de espera, Epifanía desde su puesto practicaba alguna postura de combate,
y con lo delgada que era se veía realmente chistosa, y más aun con la cara de
concentración que ponía cada que intentaba recordar lo que había practicado con
Mor, ojalá cuando la hora llegué no solo recuerde caer.
-¡Epifanía!-le grité
agitando la mano para que me viese, en cuanto tuve su atención le sonreí y le
dije- Es bueno que recuerdes como NO caer, pegan coletazos.
Epifanía negó con la
cabeza y yo alcé la mirada al cielo donde asomaba la primera estrella, tan
próximos a la isla. Amisthy comenzó a dar instrucciones, que si baja la vela, tira
el ancla, etc. y ahí estábamos corriendo a todos lados haciendo el trabajo para
el desembarque, la chica naufraga nos miraba sin saber qué hacer, pero Amisty
la animó a voz de grito a ser cooperativa y ayudarnos.
En medio de las labores
comenzó a escucharse una primera voz, cantando a lo lejos, tras unos segundos
comenzaron a unírsele más voces y el sonido venia aproximándose.
-… ¡Malditos peces!-grité
mientras me asomaba por la borda y uno me lanzaba una roca, me agaché y tuve la
sensación que había sido la sirena apaleada por mí. Nos miramos todas pasando
de la sorpresa, al miedo y después a la determinación y como su un rayo nos
hubiese atravesado, nos levantamos y con la misma tomamos las posiciones que
habíamos platicado y comenzamos a repeler a las más cercanas con flechas por
parte de Epifanía y mía, pero la estrategia no duraría demasiado tomando en
cuenta la escases de la misma.
-Tenemos que bajar…-dijo
la chica que en ningún momento había hablado, volteamos a mirarle.-Pero primero debemos despejar el camino-dijo Amisthy y bueno, la cara de todas decía claramente que no sabíamos que idea era mejor, no podíamos bajar del barco puesto que era posible que fuera secuestrado por las sirenas y adiós a los chicos.
-Rea, tienes que ayudarnos, cuando esto termine todos podremos conversar tranquilamente-dijo Epifanía mientras llevaba una mano hacia su aljaba y descubría que ya no le quedaban flechas. Dos tiros más y me encontré en la misma situación.
Amisthy se asomó por la
borda y con una sonrisa ladeada negó con la cabeza.
-Pues si vamos a bajar,
hagámoslo antes de que ellas suban.
Rea corrió hacia la
puerta que daba a las habitaciones del barco, pero al parecer era mejor que
permaneciera cerrada, los chicos ya comenzaban a buscar una forma de ir con sus
amadas cola de pez.
No había mucho que hacer
más que enfrentarnos a las sirenas y más nos valía ahuyentarlas antes de que
los chicos se lanzasen todos juntos contra la puerta y la derribasen. Seguían
escuchándose ruidos tras la misma.-Pues si los amarramos a una roca ya no nos preocuparemos de que se vayan, si los dejamos en el barco quizás terminen secuestrados por las sirenas –dije.
Ya teníamos el mapa a
resguardo al parecer pues una vez lo entregué no quise saber más del mismo,
¿qué tal si me daba curiosidad y terminaba como Epifanía? Como fuere, eso no
era lo importante ahora mismo, sino el hecho de que debíamos tomar una rápida
decisión y nos estábamos tardando.
Al final bajamos Amisthy
y yo primero, despejaríamos un poco el camino y quizás recuperábamos una que
otra flecha para Epifanía ya que… Ciertamente dudábamos de que pudiese darse a
un duelo a mano limpia con una sirena. Y es que había que ver que estaban más
agresivas que antes, ya nos habían tirado encima medio fondo del océano y
apenas si esquivábamos lo que nos lanzaban, y aunque yo ya tenía una de mis
dagas en las manos, no me podía acercar a ninguna, pues andaban en grupos de
tres…y eran bastantitas a decir verdad.Bajó Rea como quien no quiere la cosa y después Epifanía que se limitó a decir antes de terminar sentada en el agua por resbalarse.
El sonido de canto se
estaba volviendo irritante para mí, y ellas no se cansaban puesto que sabían
que había muchos hombres en el grupo, Amisthy le entregó tres flechas a Epifanía,
de esas que no habían dado a ningún blanco y se habían quedado flotando en el
agua.
-Encárgate de las sirenas
que ya fueron heridas con algunas flechas, Rea creo que al menos sabe agitar un
cuchillo y ya sabemos que Cyrene es campeona de lucha con sirenas, y no te
preocupes, solo si es emergencia usa lo poco que te enseño Mor y… ¿Tienes su
machete no?- había dicho Amisty y solo gruñí un poco antes de tirarle agua
encima a una sirena antes de tratar de embestirla daga en mano.
Le había cedido una Rea
que la agitaba cada que una de las hibridas trataba de acercársele más de la
cuenta y habíamos terminado por pisar en algunas ocasiones la playa de la isla,
pero las mujeres que no podrían seguirnos mucho por ese terreno se volvían
hacia el barco cada que nos alejaban demasiado.
-Si nos adentramos
demasiado en el agua, terminaremos igual de empapadas que Cyrene- volvió a
decir Amisthy con cierta gracia, y era que, en medio de mi combate con una de
esas cola de pez, había terminado luchando en el agua hasta que me llegara a la
cintura y una compañera de mi contrincante se sumergió y tiró de mi pierna
cayéndome, pero en el proceso saqué otra daga y le proferí un corté a esta y
otro a mi adversaria antes de, entre chapoteos, volver a una zona donde el agua
no me cubriese la mitad del cuerpo.
Aun eran demasiadas y de pronto rodeaban el barco y parecían querer impedirnos el paso.
-...No me digas
que…-comencé yo mirando la situación.
-Al parecer, este era su
plan desde el inicio- terminó Epifanía con la misma cara de espanto que la mía.
Al parecer estábamos en
una pequeña desventaja y quizás la chica nueva, comprendiendo el asunto, tomó
una diminuta roca y con un tino certero, prácticamente descalabro a una sirena,
pues el proyectil había dado justo en la frente del ser que cayó ante la
sorpresa de todas las presentes.
-Oh…-dije algo
sorprendida mirando perpleja a Rea, a la sirena caída, al suelo, al mis
compañeras, nuevamente a las sirenas y terminé con la mirada en el suelo, me
incliné un momento apoderándome de varias rocas y comencé a disparar tal y como
hacia Rea, ella quizás algo sorprendida, yo… Muy emocionada, debo admitir.
By
wolfmanhunter_Lilith