Adelphos & Epifanía
Estaba muy
entretenido. Las mujeres eran realmente bellas Mor y yo parecíamos amigos de
hace tiempo, un par de viejos amigos, unas chicas nos bailaron y mor estaba
fascinado Herotarco y Keops charlaban y reían como duendes mientras el joven
Heracles conversaba con el rey Paris.
De pronto perdí de
vista a Epifanía y decidí ir a buscarle, un lacayo me indico donde se hallaba y
entre.
Sentí que alguien
me golpeaba el rostro, tenía las manos cálidas y una voz familiar.
Entreabrí los ojos
y vi al príncipe tratando de despertarme. Tenía rostro de preocupación, así que
no pude largarme a reír.
-Jajaja… Estoy
viva príncipe, si es eso lo que le preocupa –musité mientras me levantaba
frotando mis ojos. Me sentía menos eufórica que antes.
Le mire y le
sonreí acto seguido me acosté junto a ella muy quitado de la pena y mirándole
le dije muy burlón -Uy con que la sacerdotisa ya no es sacerdotisa eh- ella me
miro con una leve sonrisa y eche a reír seguido de un pequeño golpe en la
cabeza y yo le correspondía igual.
-No entiendo
príncipe… ¿A qué te refieres…? Jajaja –reí mientras miraba el techo del cuarto,
para luego tomar un vaso que se encontraba junto a la cama y bebí un gran
trago, toda la felicidad que creía perdida volvió a mi mente.
-¿Que no hubo
acción con el tipo con quien te fuiste?- le dije fascinado y después le sonreí
una sensación al estilo de celos me empezó a invadir mientras Epifanía me
miraba y reía en vez de molestarse.
-Jajaja… Espera…
¿A qué te refieres con acción? –dije mientras lo miraba. Jamás había escuchado
esa palabra en una oración como esa… -¿Te refieres a si luchamos?
-No digas
tonterías mi querida Epifanía -le dije y le abrace amistosamente y le dije -ya
sabes, s....e...x.....o -le dije y nos miramos acto seguido soltamos una
carcajada y sonreíamos.
Negué con la
cabeza mientras reía y me acomodaba en sus brazos… Se sentía como cuando dormía
en los brazos de uno de los hombres que me crió, quien fue como un hermano para
mí.
-Mi querido
príncipe. El sexo es algo de lo que estamos privadas las sacerdotisas… Aunque
no creo perder mis capacidades si lo práctico, prefiero abstenerme de cualquier
acto… -musité y bostecé –No conozco lo que llaman amor… No creo conocerlo
nunca, así que no me preocupo por eso –acoté.
De pronto saque un
loto y le di una mordida y le di a Epifanía un poco después le mire el rostro y
comencé a reír levemente mientras Epifanía me acompañaba, sentí un impulso que
nunca sentiría estando en mi sano juicio y de repente mis labios hicieron
contacto con los de Epifanía.
Cinco segundos
después, separé el cuerpo de Adelphos del mío y lo empujé. Me levanté de la
cama y lo miré durante un segundo. Reí a carcajadas, para luego tomar el vaso
con la bebida de loto y volver a reír. Adelphos me miraba extrañado mientras se
sentaba en la cama.
-Eso… Príncipe. Es
lo peor que pudo haber hecho –sentencié sin dejar de reír.
-Vamos sacerdotisa
que me harás eh, brindemos en vez de pelear-eche a reír y después de una enorme
risa tome una copa de vino y la alce- ¡Por tesalia! -dije mientras la
sacerdotisa bebía su jugo de loto.
-Créeme que lo que
te pueda hacer me vale un bledo… Pero… ¿Has besado a un hermano? –pregunté
mientras brindaba… -Así se sintió… Muy raro… No lo repitas –sentencié seria,
intentando contener la risa, pero en segundos, nos largamos a reír nuevamente.
Este chico, me recordaba a l fraternidad del templo, un hermano, así lo veía…
Nada más -¡Salud!
Las risas eran
incontenibles, de pronto tome a Epifanía por el brazo y comenzamos a bailar de
nuevo mientras reíamos y raíamos como locos en verdad esos lotos eran raros
-Oye Epifanía, tus labios son suaves -le dije y echamos a reír una vez más, nos
soltamos y caímos de sentón.
-¿Gracias? –musité
mientras me acomodaba en la cama y cerraba los ojos… -Los tuyos no están más
–bromeé y me dormí.
Caí en el fino
tapete que recubría el suelo y quede dormido del todo era algo cansado reír y
reír...
By
KatrinaxStevens & Hunterhelmsleyhearst