Heracles
Alegría, infinita alegría... Era lo
único que podía sentir ahora. No me importaba lo que pasaba, siendo sinceros no
recordaba bien porque termine con estos sujetos acá... Pero definitivamente me
gustaba mucho. Una rara sensación recorría mi cuerpo cada vez que probaba ese
delicioso fruto, intentaba darle un poco a Midhos, pero esta se negaba. ¿Acaso
no le gustaba? Baa! Mejor, más para mí... Miraba a todos disfrutar, bailaban
sobre las mesas, reían... Vaya, hasta Epifanía ahora me parecía extremadamente
atractiva, al igual que estas chicas que bailaban a mi alrededor. Reía mientras
veía sus cuerpos danzar a mí alrededor... Todo parecía andar tan bien, ¿no
estaría bueno quedarse aquí por siempre? Intentaba recordar vagamente porque
motivo habíamos llegado a este lugar, pero no se me ocurría nada.
Estuve hablando un poco con el
"Rey" de la isla... Me resultaba muy graciosa cualquier cosa que
salía de su boca. Me convido con vino que acepte gustoso, el rey era único...
Todos tendrían que ser como él. Note que Midhos picoteaba mi cabeza y me
hablaba, no le hacía mucho caso hasta que me picoteo fuerte, me gire riendo y
le dije...
-¿¿Que... Quieres??-
_Deja de comer eso Heracles, si siguen
así no saldrán nunca más de esta isla..._ la mire frunciendo el ceño, que ave
con falta de humor...
-Vaya...- dije acariciando algo brusco
su cabeza -Un ave parlante... Mira qué bonito...- acote mientras el ave
apartaba de un picotazo mi mano.
_Veo que ya es tarde, mañana a la
mañana espero que estés más cuerdo..._ volvió a decir y salió volando hacia
afuera. Sí que era rara, pero era muy graciosa, jaja. Hable un rato más con el
rey hasta que Herotarco me invito a bailar sobre una de las mesas al igual que
los demás, esta no tardó en hacerse añicos como la anterior... Todos reíamos
muy alegres, tome otro pedazo de esa fruta y le pegue un mordisco... No sé
porque Midhos no quería, esperen... ¿Ese era el nombre del ave? Bue, da
igual... ¡Salud! Pensé mientras bebía más vino.
Epifanía, Adelphos y algunos otros ya
no estaban, ¿adónde habrían ido? ¿Acaso no querrían más? Bueno, ellos se lo
perdían. Salí para afuera un momento, el aire me pego de lleno en el rostro,
fue como un enorme alivio al mareo que llevaba. Me gire al ver una hermosa
muchacha que estaba a mi espaldas, su cabellera oscura llegaba hasta el final
de su espalda, sus ojos parecían tan profundos... Camino hacia mí riendo y tomo
mi mano mientras corriendo me llevaba hasta una gran habitación, estaba algo
mareado, nunca había probado ese fruto ni bebido tanto vino. La observe como
sin ningún tipo de pudor se desvestía por completo dejando a la vista un
exuberante cuerpo. Sonreí frunciendo el ceño mientras se acercaba a mí,
entonces caí de espaldas en la cama, al costado había una bandeja con más de
esa fruta...
Tome un pedazo... Le di uno que comió
rápidamente, para luego acercarse más a mí. Sin embargo algo en lo profundo de
mi ser me decía que no lo hiciera, que me detuviera... Unas rápidas imágenes de
un par de personas me dejaron muy confundido...
-Perdóname...- le dije riendo aunque más
seriamente luego... Ella rió y siguió caminando hacia mí, pero fue entonces que
me quede dormido por completo. Lo último que escuche fue un...
-Que lastima... Será en otra ocasión
fortachón...-
By Silius