14.7.10

Cap 44


Heracles

Alegría, infinita alegría... Era lo único que podía sentir ahora. No me importaba lo que pasaba, siendo sinceros no recordaba bien porque termine con estos sujetos acá... Pero definitivamente me gustaba mucho. Una rara sensación recorría mi cuerpo cada vez que probaba ese delicioso fruto, intentaba darle un poco a Midhos, pero esta se negaba. ¿Acaso no le gustaba? Baa! Mejor, más para mí... Miraba a todos disfrutar, bailaban sobre las mesas, reían... Vaya, hasta Epifanía ahora me parecía extremadamente atractiva, al igual que estas chicas que bailaban a mi alrededor. Reía mientras veía sus cuerpos danzar a mí alrededor... Todo parecía andar tan bien, ¿no estaría bueno quedarse aquí por siempre? Intentaba recordar vagamente porque motivo habíamos llegado a este lugar, pero no se me ocurría nada.

Estuve hablando un poco con el "Rey" de la isla... Me resultaba muy graciosa cualquier cosa que salía de su boca. Me convido con vino que acepte gustoso, el rey era único... Todos tendrían que ser como él. Note que Midhos picoteaba mi cabeza y me hablaba, no le hacía mucho caso hasta que me picoteo fuerte, me gire riendo y le dije...
-¿¿Que... Quieres??-
_Deja de comer eso Heracles, si siguen así no saldrán nunca más de esta isla..._ la mire frunciendo el ceño, que ave con falta de humor...
-Vaya...- dije acariciando algo brusco su cabeza -Un ave parlante... Mira qué bonito...- acote mientras el ave apartaba de un picotazo mi mano.
_Veo que ya es tarde, mañana a la mañana espero que estés más cuerdo..._ volvió a decir y salió volando hacia afuera. Sí que era rara, pero era muy graciosa, jaja. Hable un rato más con el rey hasta que Herotarco me invito a bailar sobre una de las mesas al igual que los demás, esta no tardó en hacerse añicos como la anterior... Todos reíamos muy alegres, tome otro pedazo de esa fruta y le pegue un mordisco... No sé porque Midhos no quería, esperen... ¿Ese era el nombre del ave? Bue, da igual... ¡Salud! Pensé mientras bebía más vino.

Epifanía, Adelphos y algunos otros ya no estaban, ¿adónde habrían ido? ¿Acaso no querrían más? Bueno, ellos se lo perdían. Salí para afuera un momento, el aire me pego de lleno en el rostro, fue como un enorme alivio al mareo que llevaba. Me gire al ver una hermosa muchacha que estaba a mi espaldas, su cabellera oscura llegaba hasta el final de su espalda, sus ojos parecían tan profundos... Camino hacia mí riendo y tomo mi mano mientras corriendo me llevaba hasta una gran habitación, estaba algo mareado, nunca había probado ese fruto ni bebido tanto vino. La observe como sin ningún tipo de pudor se desvestía por completo dejando a la vista un exuberante cuerpo. Sonreí frunciendo el ceño mientras se acercaba a mí, entonces caí de espaldas en la cama, al costado había una bandeja con más de esa fruta...

Tome un pedazo... Le di uno que comió rápidamente, para luego acercarse más a mí. Sin embargo algo en lo profundo de mi ser me decía que no lo hiciera, que me detuviera... Unas rápidas imágenes de un par de personas me dejaron muy confundido...
-Perdóname...- le dije riendo aunque más seriamente luego... Ella rió y siguió caminando hacia mí, pero fue entonces que me quede dormido por completo. Lo último que escuche fue un...
-Que lastima... Será en otra ocasión fortachón...-

By Silius