26.9.10

Cap 114

Heracles

Bueno, ahora había que investigar este lugar. Pero se me hacia bastante molesto con la ropa mojada... Rayos. Me hubiese quedado acostado debajo del sol allí en la playa, pero en fin... Este lugar parece bastante solitario, para ser sinceros no he visto algún animal grande por aquí, mas que algunos pájaros que sirvieron de alimento para el hambriento Midhos.... Mmm, mas que solitario... Raro, diría.

- Esto es muy raro...- dijo Calisto. Asentí con la cabeza. De a poco nos acercábamos al humo, y descubriríamos de donde venia.
- Miren eso...- susurro Patroclo, delante de nosotros, como a unos 20 metros, se alzaba una especie de valla hecha con palos. Pero no era común...
- Es muy grande...- dijo atónito el "esclavo". Nos acercamos y para nuestra gran sorpresa, este era una especia de corral. En el cual había animales muy grandes, parecidos a vacas. Pero mucho más grandes.
- ¿Que rayos?- dijo Adelphos, observando con atención y algo de fascinación.
- Parece un corral...- dije despacio, sintiendo de pronto las garras de Midhos clavarse en mi hombro. Desde que habíamos llegado estaba como nerviosa, tensa.
- ¿Un corral? Pero... ¿de quien?- 
- No lo sè Calisto, pero yo digo que nos separemos y averigüemos...- dijo Patroclo. Luego de esto nos separamos, a Adelphos le toco ir con el esclavo de Amisthy, aun no comprendo del todo porque la chica nueva lo trajo con nosotros, y aun mas, ¿como llego vivo a la costa si estaba amarrado? En fin...

Con gran cautela, empecé a desplazarme de manera rápida entre los árboles, al parecer el "corral" estaba alejado de lo que sea que fuera el dueño. Aunque viendo el tamaño de esa cosa... ¿Quien podría hacerlo? Midhos de pronto apretó de nuevo sus garras contra mi hombro, me detuve detrás de un árbol e hice que se posara en mi antebrazo derecho.

- ¿Que te sucede?- le dije en voz baja. 
_Debemos irnos..._ musitó.
- ¿Pero por qué?- le dije, insistente, pero de pronto ambos nos quedamos quietos, paralizados.
_ Eso..._ susurro Midhos. Esos pasos pesados, unos metros más adelante.
- Shh...- le dije a Midhos muy despacio, mientras me asomaba apenas por un lado del árbol. Apreté los dientes mientras volvía a ocultarme.

Cuatro metros... Esa cosa medía cuatro metros. Y su cuerpo era enorme... ¿Qué era eso? ¿Dónde estábamos? Una vez que escuche los pasos alejarse, volví a asomarme ¿Un gigante? No me sorprendería.

- Tal vez solo sea uno...- susurre para mi, saque mi espada para tenerla a mano por si acaso y empecé a desplazarme de nuevo, debía seguirlo, y comprobar donde estábamos. Aunque en el fondo...
_ Te lo dije... Debemos irnos... Es muy peligroso..._
- No Midhos, seguiré para averiguar que ocurre con ese grandote...- musité mientras seguía avanzando, por el ruido de las pisadas era fácil guiarse.

Luego hablaría con Midhos, sabia que había aquí... Estoy seguro... Debo saber como lo sabe...


by Silius