Adelphos
No podía dormir, muchas cosas pasaban por mi mente. Circe, la muerte de Demetrius, esta chica que había aparecido tan misteriosamente... Pero más que nada, Zeus.
Mire la marca de mi mano y algunos recuerdos de ese día aparecieron en mi cabeza. La cerré con fuerza y note los nudillos de mi puño ponerse blancos.
“ Pero si eres tu él vencido, joven príncipe Adelphos, sufrirás uno a uno los castigos de cada dios presente en esta sala...”
No podía fallar, esto ya no era solamente personal. No solo me involucraba a mí... Ahora involucraba también a mis compañeros, y prometía hacer todo lo que mi mortal cuerpo pudiera hacer para vencer a esos dioses y devolver la justicia a los mortales, era una promesa.
Lentamente mi cuerpo comenzaba a cansarse, finalmente el sueño comenzaba a llegar. Mire la marca de mi mano una vez mas y el sueño de venció.
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“Imágenes borrosas, cambiantes. El rostro de Zeus por todos lados, Hades riendo a su lado macabramente. Levante mis manos y al mirarlas estas estaban llenas de sangre...
- Esa es la sangre de tus compañeros... Tu los llevaste a la muerte...- Zeus hablaba serio. Hades lo interrumpió.
- Te equivocas hermano...- dijo con su extraña voz – Ahora se encuentran recibiendo el castigo mas terrible que un mortal puede recibir...- al culminar se movió y con horror observe a Epifanía, su cuerpo lleno de sangre, heridas, el fuego la consumía lentamente mientras ella no dejaba de gritar... Negué con la cabeza, no... No podía ser...
- Eso sucedió por no desistir.
- Y ahora llego tu turno...
- Desearas haber muerto antes que habernos insultado.
- Ya veras...- la voz de todos los dioses retumbando en mi cabeza mientras sentía que mi cuerpo se llenaba de llagas y aguantaba un grito de dolor... Más allá observé a Epifanía que desaparecía consumida por las llamas...
-¡¡¡No!!!- grité y todo se volvió negro de repente.”
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Desperté súbitamente, estaba muy agitado y gotas de sudor caían por mis sienes. Cerré los ojos aliviado de que solo haya sido un sueño... Un muy mal sueño. Aunque algo de cierto había en el... “Solo si fallo, y no fallare”.Luego de un momento descubrí que estaba tirado en el suelo.
Decidido a olvidar esa pesadilla me levanté, me puse mis ropas y salí afuera. Para mi sorpresa estaba cerca de amanecer, hacia tiempo que no dormía más de dos horas. Comencé a caminar por la cubierta, en busca de la persona que hacia de guardia y debía reemplazar. Finalmente me encontré con Patroclo, que miraba hacia un punto perdido en el horizonte. Me acerque lentamente y me puse a observar lo mismo que el...
- ¿No podías dormir acaso?- preguntó el sin mirarme. – Mi turno es hasta el amanecer- acotó.
- Algo así...- le respondí. – Un mal sueño...- agregué. Observé como su vista se iba hasta debajo del barco.
- ¿Qué observas?- le pregunte. El solo susurro un “shhh” y me puse a observar el punto que miraba.
- Espera- decía tranquilo. Entonces algo paso rápidamente por debajo de barco - ¿Lo viste? He visto unos seis durante mi turno...
- ¿Qué crees que sean?- pregunte.
- No tengo idea... Pero tenemos que estar atentos- dijo Patroclo, asentí con la cabeza mientras pensaba en algunas cosas.
- Pero... ¿Serán hostiles? La chica que encontramos en ese bote... Si esas cosas hubieran querido hacerle daño lo pudieran haber hecho muy fácilmente...- dije luego de un momento. Patroclo también pareció pensarlo.
- Tal vez... Aunque habrá que esperar a que la chica despierte.
- Tienes razón... En fin, ¿seguirás haciendo guardia?- musité.
- Por supuesto... Si quieres seguir durmiendo hazlo...- dijo con una de sus típicas sonrisas arrogantes. Alcé los hombros y me fui en dirección contraria vigilando el aparente tranquilo mar, pero preguntándome sin embargo ¿Qué serian esas cosas? Y lo mas importante, ¿Serian hostiles?
En el horizonte se empezaba a ver la claridad que solo significaba la inminente salida del sol.
by Silius