Epifanía
¿Patroclo? Hermano de Adelphos... Es un tanto extraño encontrarnos con él
aquí, además, como que no se lleva muy bien con el principito. Esperen... Eso
quiere decir que también es príncipe. Bueno, insisto, mientras más ayuda,
mejor. Además como Herotarco se perdió en la isla de los lotófagos...
Miré un segundo a nuestro alrededor. Keops
estaba junto a mí. Heracles junto a Adelphos, adelante de nosotros, los hombres
de Patroclo tras de él y Mor en el agua, y a unas leguas de él Cyrene... ¿Y las
ninfas? Rayos... Si se enteraron de quien era Adelphos, y nosotros, y que estábamos
en su lago... No. Es cuestión de minutos, quizás horas, para que nos ataquen,
pues ya han de estar dando aviso a los dioses de nuestra presencia.
-Bien, bien... ¿Por qué no relajamos al
ambiente? -propuso Keops mientras caminaba en dirección a Patroclo y lo miraba
con una sonrisa -Vamos... Propongo tomar un baño relajante, como lo hace Mor
-dijo y el príncipe ii no respondió -Bueno ¿Quién está conmigo? -preguntó
nuevamente y Heracles y Adelphos no se movieron, así que yo levanté la mano y
sonreí.
Dejamos las cosas todas juntas en un
sector del borde del lago y tras quitarme la parte más externa del traje, me
metí en el agua, que para mi sorpresa era cálida y tan cristalina como un diamante.
Adelphos y Heracles se acercaron al rato, pero sin bajar la guardia y miraban
desde el otro extremo a su hermano. Patroclo ordenó a sus guerreros que se
"relajaran" y estos comenzaron con las típicas actividades de un
guerrero. Era extraño estar divididos en dos grupos, por un lado Patroclo y sus
5 guerreros y por el otro, nosotros, que de momento, somos 6. Cyrene tenía
rostro de querer arrancar en cualquier momento, pero no lo sé, no estoy segura.
Yo por mi parte me concentraba en las
hojas que flotaban en la superficie del lago. Era tan tranquilizador estar así
un momento, en el agua, mirando como si nada sucediera a nuestro alrededor.
Pero el ambiente estaba tenso, a mí no me afectaba mucho, pero a los demás sí.
Repentinamente nos encontrábamos cercanos, discutiendo levemente el cómo
manejar a Patroclo, quien no se veía muy diferente a nosotros, pero como
Adelphos era su hermano y lo conocía, mejor no confiarse.
-No hay que perderlos de vista -musitó
Adelphos -No confió en el.
-Pero si es tu hermano príncipe.
-Pero igual. Al fin creo que Adelphos
tiene razón en algo -argumentó Mor.
-Además sus hombres lucen tan...
Extraños -comentó Cyrene.
-Son guerreros... Para que los vayas
conociendo –agregó Mor.
-¡Eres un...!
-¡Ya basta! ¡Por Zeus! –dije serenando
las cosas.
-Bueno. En fin... No los perdamos de
vista...
-Como son seis y nosotros seis,
propongo que cada uno vigile a uno específico... –propuso Keops.
-Alguien tiene otra idea... Alguna que
sirva.
-Mor... –musité por lo bajo.
-Creo que debemos mantener bien
vigilado a mi hermano. Con eso es más que suficiente.
-¿Eso crees?
-Sí. Lo conozco demasiado para
despreocuparme.
-Bueno, bueno... Si eso opina el
principito, entonces hagamos lo que él diga... -dijo Mor mientras se volvía a
lanzar al agua, entre fastidiado por la toma de decisiones y aburrido, y nos
salpicó a todos, dejando a quienes estaban secos, completamente empapados. Las
reclamaciones no se hicieron esperar.
Lo miré un segundo y cuando salió del
agua con esa sonrisa triunfante, sonreí un segundo, había sido chistoso. Pero
cuando él me miró de regreso con el ceño fruncido y un gesto de
"¿Qué?", solo negué con la cabeza y me salí del agua. Digamos que ya
me sentía bastante repuesta.
-Ya se enojó la sacerdotisa de la
sabiduría -comentó sarcástico mientras se recostaba en el agua y me miraba con
una sonrisa burlona.
-La verdad... No -respondí y me acerqué
a mis cosas, buscaba algo para secarme el rostro -Lo que sucede es que como el
lago estaba lleno de ninfas... Y ahora como vez, no hay ninguna. Lo más
probable es que pronto nos ataquen -musité con el gesto sin demostración alguna
de nada.
-Ahora que lo mencionas... -dijo
mientras miraba a su alrededor y asentía -Bueno... Te recomiendo que te cubras
con algo, mira que así de flaca espantas a los enemigos y no hay diversión si
no hay lucha -acotó con una sonrisa burlona mientras salía del agua.
-Mor ¡Ya para! -musité mientras le
dirigía una mirada asesina y me acercaba a su querida capa...
-Epifanía... -musitó apuntando con su
dedo.
-Ahora no te gusta, cuando se trata de
tu... "capa" -comenté con una sonrisa ladeada y burlona.
-Te lo advierto -agregó.
-No te preocupes, no es mi interés
estar ni advertida ni tomar tu capa... -comenté -Además, se nota que tiene
buena... calidad -dije solo para molestarlo mientras me alejaba y lo sentía
correr a su capa y tomarla.
-La próxima vez te cortaré la mano si
la tocas -amenazó.
-Si Mor... Lo que digas -dije mientras
me alejaba de ahí y miraba cono en el agua Cyrene aún se entretenía.
Le sonreí levemente y me acerqué hacia
el borde donde se encontraba. La miré acercarse y cuando se encontraba frente a
mí, le hablé.
-Cyrene... ¿Quienes viven aquí?
Exactamente... -musité.
By KatrinaxStevens