Mor
Cuando los Faunos llegaron, esto ya
había sido el colmo, recién me había despertado, la niña esa, el pueblo raro y
para rematar, esto era jurisdicción de Dionisio y la mitad de la isla era
habitada por sus lunáticos y desenfrenados seres… los estúpidos faunos y
centauros…
-Hay unas mujeres dentro de la casa -se
escuchó una voz a lo lejos…
Y de paso sus costumbres incivilizadas…
Llevarse las mujeres, era así de sencillo, si se acercaban demasiado a la
habitación de las chicas, los mato a todos…
-Llévenselas -Ordenó aquel fauno, y la
paciencia se me acabó, Adelphos que estaba listo para atacar salió seguido por
Heracles y Keops, mientras yo desenfundaba el machete.
-Oye tú, el anormal con las piernas de
caballo -musité para mientras me acercaba a él llamar la atención. Los
centauros eran excelentes arqueros, pero todo arquero tiene una debilidad, los ataques
de cerca… Sonreí.
-Con que estos son los ingenuos que se
atrevieron a retar a los dioses -esbozó una carcajada y tras de él, apareció
otro con una especie de cuerno.
-Claro, llama a tus amiguitos para que
vengan a jugar… aparte de anormales, cobardes…- musité mientras los demás se
preparaban para hacer cara a los que vendrían. Pero el centauro “líder” detuvo
al otro.
-Deberías aprender a expresarte mejor,
humano -mencionó el otro y dos parejas de centauros saltaron un par de maderos
para unirse al grupo.
- Si… Claro…- mascullé, el centauro dio
la señal, y los arcos se irguieron y nos preparamos para atacar.
-Si nos acercamos será una ventaja para
nosotros… -musitó Keops.
Yo ya estaba corriendo de una manera
lunática en Zig-zag mientras esquivaba las flechas y me abalanzaba contra el
que parecía ser el “líder”, una flecha venía directo hacia mí, logré
esquivarla, pero la que venía a su lado… esa no, y el hombro izquierdo fue el
afectado.
Pero sin embargo estaba cerca, tenía
que seguir, cuando ya estuviese lo suficientemente cerca, ya sería tarde para
él, siquiera miré a los otros, esos tenían ya sus asuntos…
El centauro comenzaba a echarse hacia
atrás, pues la distancia entre nosotros se iba acortando, mientras las flechas
eran disparadas, muy cerca de mí.
Y de pronto, el ataque se volvió
inminente, tire el machete y este lo esquivó. Sonrió. “Iluso” pensé, le tiré
una daga y la esquivó, mientras iba acortando más la distancia y reducía su
espacio para movilizarse, ya que había la pared de una casa atrás. Se estaba
dirigiendo a una trampa. Pasé por al lado de mi machete y lo tomé para seguir
corriendo, y lo volví a tirar, de un modo que tuviese que ceder, esquivar y
quedar aún más en contra de la pared, el ataque cuerpo a cuerpo ya era
imposible de repeler y guardó su arco y sacó la espada, subí la cabeza y le
miré.
-No tienes armas… -musitó.
-Eso crees…- susurré y con un ligero
movimiento me incliné hacia el lado derecho y rápidamente tomé el machete para
bloquear el ataque de su espada. El plan había funcionado a la perfección.
No tenía escapatoria, tendría que
luchar, el filo de las armas se blandieron en una afanosa lucha, en la cual
estaba desventaja pues los centauros sin sus arcos… dejan mucho que desear,
solo tendría que cuidarme de los ataques en las zonas superiores, pues por su
altura y un error mío podría fácilmente degollarme.
Yo solo tendría que descompensarlo para
que este perdiese el equilibrio y en ese momento…
Comencé a intentar hacer ataques
inferiores, en sus patas, que lo tenían algo preocupado, si saltaba… era mi
oportunidad.
Y saltó hacia la derecha intentando
ganar terreno y por la presión, yo tiré el machete y este alcanzó esquivarlo,
pero no del todo, ocasionándole una profunda herida en la parte trasera.
El centauro miró la herida y con su
otra mano tomó el machete y lo tiró al suelo, miró a sus compañeros, que
corrían casi la misma suerte que él, me dedicó una última mirada de odio, yo le
sonreí, dio una seña y todos comenzaron a retirarse.
Los chicos se aseguraron de que se marcharan
del pueblo, mientras yo entraba a la casa, verificando que no se hubiesen
llevado nada…
Y allí estaba la niña nueva, con cara
de susto, medio pánico y cosas similares con los ojos aguados y a un lado
estaba la chica.
-Si vas a llorar solo hazlo -musité con
sin sentimiento de compasión alguno, si las mujeres podrían tener como atributo
esa fragilidad inútil que le había obsequiado Zeus a Pandora, pero considero
que debían ser fuertes, y esta solo… estaba en una histeria rara…
-¿Por qué voy a hacerlo?... ¡Es su
culpa que pasé esto! ¡Dionisio los está buscando con esos aterradores barbaros!
-dijo mientras señalaba el cadáver de un fauno, me encanta, era mi culpa… Todo
era mi culpa, si llovía era mi culpa y si los seres del bosque se habían aliado
para darnos la bienvenida, eso… también era mi culpa…
-..¿Esta isla es jurisdicción de
Dionisio? ¿huh?-pregunté para reafirmar la hipótesis, pues esas cosas solo
podrían tener un dios, el otro alcohólico parecido a ellos, Dionisio…
-Sí, si lo es... Esos faunos no estaban
muy lejos, está claro que desde anoche les buscan... -respondió y enarqué una
ceja… Ósea que anda con ellos… menos la pienso perder de vista -Debemos salir
del pueblo, si seguimos aquí, solo causarán problemas -musitó la nueva
-¿A dónde quieres que vayamos?-
pregunté sarcástico, la verdad me importa un comino los aldeanos y el pueblo
era el lugar más seguro, porque sencillamente no había bosque… no habían ni
faunos, ni centauros…
-Al bosque...-
-¿a encontrarnos con más faunos? ¿Qué
es esto? ¿Una trampa de los dioses?- Exclamé esto ya era el colmo ¿Acaso solo
era yo el que veía que la niña no estaba conduciendo a un suicidio?
-Si fuera una trampa, no tenían por qué
atacarme a mi ¿Cierto?... Además de esos seres, soy la que mejor conoce el
bosque, estar aquí es como estar arrinconado. Y ¿bien?
Era cierto... pero igual estaba loca…
-Creo que lo mejor sería ir al bosque,
no queremos ocasionarles más problemas a la aldea. -comentó Adelphos.
¡A mí que mierda me importan los
aldeanos!, no podía dejar de repetir esa idea en mi cabeza. Total, algún día
tendría que venir por ellos a matarlos…
-Sí, creo que es lo mejor… -musitó
Heracles. Yo bufé.
-Me parece bien… -musitó Keops.
Me crucé de brazos, así de sencillo, la
niña intenta algo con sus amigos animales y estúpido bosque y la mato, así de
sencillo, hemos casi sobrevivido a los caprichos de los de allá arriba, y no
voy a fracasar en mi misión solo por no haber seguido la primera de mis
reglas... Desconfiar de todo y de todos…
By
Double_Angy