Cyrene
Miré la asquerosa pasta que Mor tenía
en el brazo, peor aún, escuchaba los ruidos que emitía Epifanía al vomitar lo
que me daba a mí también un ligero asco. Miré a Mor y después nuevamente al
brazo cubierto de aquella asquerosidad, no podía usar la venda para limpiarle así
que debía ser otra cosa y miré la enrollada capa que llevaba en el brazo.
-Deja uso eso para limpiarte -dije
acercando la mano pero Mor echó hacia atrás el brazo y me miró
amenazadoramente.
-¡Ni se te ocurra! -me advirtió apuntándome
con el dedo, fruncí el ceño antes de llevar las manos a mi vestido y romper
parte de la tela en un unico y rapido tirón, el tiempo parecía haberse detenido
de la batalla en ese momento.
Mor miró cada uno de mis movimientos
sin decir palabra, y yo, con la tela en la mano, afirme el brazo de Mor con la
otra mano dejando las cosas en el suelo y comenzando a limpiar aquella pasta
con suavidad puesto que la piel se encontraba quemada y sensible, parecía
incluso palpitar lo que dejaba en claro que estaba en carne viva. No supe si
llegué a lastimarlo, no se quejó tanto como cuando tenía el veneno de la
manticora y parecía hasta aliviado de que le quitara aquél alquitrán negruzco.
Tiré el pedazo de tela lejos y pasé al
ungüento aplicándolo con ambas manos rápida y uniformemente pues no teníamos el
tiempo como para perderlo allí escondidos con esa cosa aun afuera, iracunda y
herida; tuve que acercarme ligeramente más mientras terminaba de aplicar el
ungüento y comenzaba a vendar el brazo sin prestar atención en el chico y
sumergida en mi labor.
Cuando terminé bajé su brazo lentamente
y sonreí ligeramente.
-Ya está... Ahora...-no pude decir nada
más puesto que varios aullidos provenientes de la bestia me helaron la sangre.
Se quejaba agónicamente y se pudo
apreciar claramente a Heracles y Keops que habían terminado cortándole una
pierna mientras el águila la atormentaba enterrando las garras en los ojos de
la bestia y al moverse intentando sacudirse al animal, una doble estocada por
parte de los príncipes le había producido tal herida que la sangre chorreaba.
Estaba a punto de vomitar yo también...
Durante todo el día no había parado de ver cosas asquerosas, me sorprendía que
mi estómago aun no hubiese decidido rendirse y devolver su contenido. Todos se
alejaron mientras la bestia daba vueltas cayendo finalmente vencida por su
propio peso…
-¿Esta... Muerta? -pregunté sin moverme
de mi lugar e inconscientemente corriéndome cerca de Mor, aun con lo bruto que
era, tenía astucia y fuerza... No me inspiraba confianza pero... Prefería
tenerle cerca... Era mucho mejor que quedarme sola en otro lado... Y más miedo
me daba pensar que podía no haber muerto... Era un dios después de todo...
By Wolfmanhunter_Lilith