28.8.10

Cap 92


Heracles

Retrocedí un par de pasos, definitivamente las fauces de esa bestia eran temibles. Y lo habían comprobado ya varios hombres... Tres de los mejores guerreros de Tesalia habían caído ya por esta bestia, pero ya no más... Su momento estaba a punto de llegar. No podía volar y no tenía esa cola mortífera, era momento de atacarla y devolverla a donde pertenece. Alce la cabeza mientras veía a Midhos volar hacia mí y posarse en una rama cercana...

-¿Algún plan?- pregunte, aunque fruncí el ceño... ¿Ahora necesitaba que un ave me diga que hacer? Vaya... Esta chillo mientras sonreí... -Genial... pero ten cuidado...- y en cuanto desplegó sus alas doradas y voló empecé a correr.
-¿Qué haces Heracles?- la voz de Keops me dio su ubicación, estaba a mi derecha.
-Acabar con esto... Acabemos con sus patas traseras y tendrá menos movilidad que una piedra...- le dije algo serio aunque me gire a él y sonreí levemente.
-Bueno, tiene sentido... ¡Vamos!- grito y nos separamos justo enfrente de de la bestia al momento que intentaba atraparnos.
-¡Midhos!- grite y este apareció rápidamente de entre los árboles cercanos a la bestia sorprendiéndola y atacando sus ojos con esas terribles garras, la dejaría ciega en cuestión de segundos...

Adelphos y su hermano se organizaron para atacar a la bestia, por lo que sus patas delanteras ya no eran problemas. Aunque no había que confiarse. Mor, Epifania y Cyrene estaban ocupados en otra cosa, otro aquí no nos vendría mal, ¿no? Pensé mirando como curaba la niña nueva la herida en el brazo que tenía Mor, sí que tenía resistencia al dolor el maldito, je...
Keops rodó esquivando una pierna que intentaba aplastarlo y quedo a mi lado, moví mi espada para atrás y su filo azulado brillo al momento en que esta volaba hacia su gran pierna trasera y la cortaba casi por completo, Keops con su espada termino separándola haciendo que la bestia gritara de dolor, un grito que nos hizo estremecer, estaba acercándose su fin, pero... ¿Los demás retos que siguieran a este, serán tan o más fuertes como estos? No lo pensé más y me centre de nuevo en la lucha, los hermanos de Tesalia perforaron su pecho en una doble estocada haciendo que saliera un enorme chorro de sangre rara...

-¡Vamos!- se escuchó una especie de grito de júbilo, la bestia estaba prácticamente acabada, la estocada final... Solo eso faltaba.
-Rayos...- musite retrocediendo en cuanto la bestia intento levantarse, sí que tenía resistencia la maldita. Pero eso se terminó en cuanto Adelphos y Patroclo clavaron sus espadas inmovilizándola.
-Rematemos esto...- dije y Keops y Demetrius asintieron, con nuestras espadas cortamos las demás piernas que le quedaban, la bestia chillo fuertemente pero su grito quedo ahogado por la sangre que empezó a salírsele por la boca, la mire seriamente mientras todos nos posicionábamos juntos frente a la bestia, que agonizaba ya. Mor y las chicas ya estaban también con nosotros, Mor tenía su machete bien tomado, y su mirada... Una mirada sádica al pensar en el destino de la bestia...
-Sí que nos dio trabajo...- dijo Keops sonriendo un poco.
-Ni que lo digas...- afirme algo agitado, Midhos aterrizo en mi hombro.
_Le dimos una lección, ¿no crees?_ dijo esta, acaricie su cabeza mientras guardaba mi espada.
-¿Ahora?- pregunto Epifanía... Mor se adelantó...
-Mandarla a donde pertenece...- dijo riendo con su machete en posición, retrocedí apenas y me voltee... No tenía intenciones de ver esto, ya la habíamos vencido, su destino ahora no me importaba. Empecé a caminar y entonces sentí algo raro en el ambiente... Un olor a azufre para nada común aquí.

Midhos, ¿De dónde rayos salió esta ave? Definitivamente aquel hombre tenía razón, me iba a ayudar mucho en mi camino. Pero tenía la sensación de que algo se me estaba pasando aquí, es como si tuviera la sensación de haberla conocido ya... Entonces un recuerdo apareció en mi mente, parecía tan real que por un momento no quería volver... ¡Eso era!
-Midhos... ¿Conociste a Perseo?- le pregunte y esta chillo, una sonrisa se formó en mi rostro. Era aquella ave que había capturado para mí... Mi hijo... aquella ave, la cual creí que había escapado aquella noche.
_Me dijeron que debía cuidarte... Además, también es personal Heracles..._
-Para mí también lo es... Los dioses lo pagaran...- le dije y me gire, entonces fruncí el ceño, bueno... Ya no me sorprendía nada a esta altura. La bestia estaba acabada...

By Silius