14.3.11

Cap 140

Dinethos

Me había asentado con bastante facilidad a la orilla de un río. Había cogido un par de peces y me las había arreglado para purificar el agua. De alguna forma, todo parecía ir bien.

Sólo que... no había forma humana de salir de aquel lugar. Por la disposición de las estrellas durante la noche y el movimiento del sol, calculé dónde podía haber naufragado, pero no recordaba haber estado aquí antes. Sabía que aquello no podía ser un continente, ya que después de subirme a uno de los árboles cercanos, verifiqué que detrás del bosque, sólo había mar.

Y así me encontraba, mirando el cielo, pensando en qué podría hacer a continuación para no morir en aquella isla cuando dos sombras taparon mi vista.

Dos mujeres.

Por protocolo de cortesía que me habían enseñado, me erguí e hice un saludo respetuoso. No sabía qué querían, pero dudo que me quisieran matar o lo habrían hecho ya. Si me querían para algo que yo no quisiese, me habrían capturado, pero al presentarse sin más, me dieron a entender que no eran hostiles.

- Hola- dijo una de ellas.
- Buenos... días- dije. Desde el azote de la ola no hablaba. Se sentía reconfortante. Les sonreí.
- Iremos directas al grano. Te hemos salvado la vida. Si no fuera por nuestra intervención, serías una bestia ahora mismo. Y queremos saber por qué estás aquí- una de ellas parecía nerviosa al hablar, como si la hubiesen agitado antes de que viniese.

Recordé la ola y los gritos. De nuevo.

- Bueno, mi tierra fue tragada por las olas y el mar. Aunque suene extraño, por la misma divinidad a la que venerábamos; Posesión.  Ahora mismo, lo que quiero es acabar con él. Aunque suene a locura, ya que no creo que haya ninguna forma de salir de aquí. No me he presentado. Soy Dinethos. Me alegra encontrar gente.

Según hablaba sus rostros presentaron distintos gestos y muecas. Sorpresa. Relajación. Sonrisa cómplice. Sonrisa común.

- No hay tiempo para explicaciones; si sabes hacer un barco, nosotras y algunos compañeros tenemos el mismo deseo que tú, así que si nos ayudas con los planos te dejamos acompañarnos.

Vaya. Qué impertinente. Sonreí. Su actitud era agradable, casi de confianza.

- Bueno. No sólo sé hacer un barco, sino que también soy un buen navegante, modestia aparte, trabajaba haciendo planos de barcos según las corrientes de la zona, la disposición de movimiento, la velocidad... Para la empresa que compartimos, creo que necesitaremos un barco robusto, aunque su velocidad vaya a ser un poco lenta. También podemos hacer un modelo en el que estoy, quiero decir, estaba trabajando, que es pequeño, con una capacidad de cinco a diez personas, muy ágil y de fácil manejo, pero del que se tiene que estar pendiente largo rato. Vosotras diréis de qué tipo lo preferís. El primero es sólo manejable por mar y está pensado para que dure. El segundo puede moverse tanto por mar como por ríos y es útil para escapar de cualquier problema, aunque si es impactado, la probabilidad de hundirse es bastante alta. También es más fácil y rápida de construir.

- Y una cosa más...
- ¿Sí?
- ¿Tienes novia?


by 1n1g0