Epifanía
- Bien...- musité mientras comenzábamos a avanzar por el tierno bosque cerro arriba, hacia la casa de Circe - A mi parecer, creo que nos sería mucho más útil un barco pequeño, fácil de manejar y obviamente, fácil de construir -comenté mientras subíamos por un sendero rodeado de arbustos de hojas amarillo crema.
- Pero el pequeño es más frágil- argumentó Cyrene.
- Es cierto. Ahora, todo dependerá del viaje que estamos emprendiendo... Si pudieran iluminarme- agregó él mientras avanzábamos, cada vez más cerca de la casa de Circe.
- Básicamente un viaje...
- Movido
- Así es. Mas adelante te enterarás de los detalles, claro está, pero de momento, puedes saber que necesitamos ser ágiles, soportar tormentas horribles, cargar provisiones y evitar naufragar lo que más podamos.
- Con ese tipo de viaje, quizás necesitemos un barco más poderoso.
- Es que también necesitamos un barco ahora.
- Ciertamente.
- No sé que quieren entonces.
- Dijiste que si el barco pequeño era atendido constantemente, resistiría- él asintió - Podemos hacer turno y nunca descuidar su curso, si es fácil de manejar evitaremos muchas cosas... Creo que es la mejor opción.
- Mirándolo desde ese punto de vista... Ciertamente lo es- finalizó con una sonrisa. Era un hombre agradable.
- Ahora preguntemos a los chicos que opinan- musitó Cyrene un tanto apesadumbrada.
- ¿Por qué? Son un tanto... ¿Llevados a sus ideas?
- Algunos son un poco fastidiosos, pero el grupo te encantará... en su mayoría -comentó Cyrene, yo asentí y sonreí.
- Se... Encajarás bien... -finalicé. Entonces llegamos a la casa.
Dinethos miró la casa y se sorprendió ante el tamaño y la cantidad de bestias salvajes. Con Cyrene nos miramos un segundo y recordamos lo mismo, al mismo tiempo.
- Ah... Hay un asunto que...
- ¿Asunto?
- Este... Uno de lo idiotas del grupo inventó que
- ¿...?
- Que...
- ¡¿...?!
- Que ustedes eran novios. Así convencimos a Circe para que te dejara libre -susurré. El asintió, llevó una de sus manos a su barbilla y pensó durante unos segundos.
- Tendremos que actuar -dijo y asintió. Miró a Cyrene y luego a mi, yo solo enarqué los hombros y entonces, entramos.
Avanzamos por el pasillo, pasamos a la sala de festines y ahí estaba Circe descansando sobre su asiento. Nos miró avanzar y cuando nos detuvimos frente a ella, con Dinethos encabezando al grupo, movió una de sus manos y las esclavas salieron de la habitación. Él ser acercó a ella e hizo una reverencia, luego sonrió y saludó.
- Muchas gracias por aceptarme en su casa.
- Oh querido, el placer es todo mío -musitó mientras miraba al hombre con ojos tentadores.
- Quisiera también agradecer el que hubieses cuidado de mi querida Cyrene -agregó, miró un momento a la chica y sonrió a penas - No sé que habría sido de mi si le hubiera sucedido algo -agregó mientras sonreía.
-Tranquilo, aquí la cuidamos muy bien -musitó ella con una sonrisa ladeada -Quizás demasiado bien -agregó, miró a Cyrene y llevó uno de sus dedos a sus labios, lo rozó a penas y luego se afirmó en la misma mano. Miró altivamente a Dinethos y tras unos segundos de incomodo silencio bajo la escrutadora mirada de Circe, me aclaré la garganta y adelanté un par de pasos.
- Creo que será mejor que nos reunamos con el grupo -musité.
- Si... Como no, están afuera, junto a la playa.
- Gracias.
- No hay de que... Pero... ¿Por qué la prisa? -sonrió.
- Digamos que Dinethos es quien sabe de barcos -musitó Cyrene mientras yo asentía.
- Oh... En ese caso, deberían ir pronto, mis esclavas aseguran que están allá afuera discutiendo, sin avanzar en nada.
- Será mejor que nos apresuremos entonces -
- Si... Ah... Dinethos. No descuides a esa chica, no querrás que nada malo le suceda...
- No, por supuesto que no.
Al salir de la sala nos dirigimos a la playa rápidamente. En el camino los tres llegamos a la conclusión de que Circe no se había tragado la idea completa, además de actuar muy extraño con Cyrene, solo esperábamos que no interfiriera con esto del barco, aunque a mi parecer, no lo haría, o no se habría portado como lo hizo antes.
Llegamos a la playa, estaba todo lo que necesitaríamos, en bruto. Discutían mil y un temas respecto al barco, pero nadie hacía algo.
by KatrinaxStevens