17.3.11

Cap 143

Dinethos

Sólo era un prototipo y no estaba seguro de que era lo correcto. Era peligroso y nadie parecía saber mucho de navegación así que me hice a la idea de que tendría que ser yo quien más tiempo pasaría despierto de todos.

El material que se me dió no estaba mal. Había mucho trabajo por hacer.

El barco (cualquier barco) tenía su propia espina dorsal, que era la viga de madera curva que se colocaba en la base. A partir de ahí, había que formar el casco, el sistema de navegación (en éste caso no usaríamos timón, sino que se usarían las velas para dirigir el barco, una grande para el impulso y otra más pequeña que servía para cambiar su dirección. A esto se añadiría otra en proa que ayudaría con la estabilidad general). Los camarotes debían ser lo justos para entrar, no para estar cómodos. Y el almacén espacioso, ya que la comida y el agua dulce podían escasear.

Debía contraponer los pesos para el equilibrio y calcular la capacidad de peso que tenía el almacén.

No podíamos añadir ningún tipo de arma, ya que el peso extra no nos serviría de nada.

También había que decidir qué estructura tendrían estribor y babor, de forma que evitasen que los materiales cayesen del barco, pero que no limitasen la vista.

Al ser un barco pequeño, en lugar del típico puesto de vigía en la vela mayor, haríamos la proa más alta y con un telescopio nos arreglaríamos para otear el horizonte enfrente de nosotros. La popa tendría que ser más alta también para mantener bajo vigilancia a cualquier enemigo. Así, los camarotes estarían a popa y los almacenes a proa. Si nos atacaban por la espalda, que destruyeran antes las habitaciones que los recursos.
Estuve pensando en muchos otros detalles como el sistema del anclaje o la resistencia del agua frente al barco cuando noté que me sentía realmente agotado.

Los bocetos estaban muy avanzados y sólo había que pulir los pequeños detalles.

Me dirigí al bosque a un lugar que anteriormente había avistado. Era un lago cristalino y limpio. Me había asegurado de que no había sanguijuelas ni tampoco peces peligrosos.
Me desnudé y dejé la ropa a la orilla.

Clavé el espadón al lado, casi tapando la ropa y desnudo, me metí en el agua.
Estaba curiosamente tibia y dejé que mi cuerpo descansase un poco, relajando mis músculos.
Circe era peligrosa. Lo sabía. Y no estaba seguro de si había creído en mis palabras.
Aún así, consideré que aquello carecía de importancia.

Me dediqué a nadar y a hacer unos cuantos largos. Buceé un poco y encontré algunos crustáceos que se caracterizaban por ser curiosamente exquisitos. Los amontoné al lado de mi ropa, sujetos en una red muy simple de lianas. Así, desnudo, volví a entrar en el agua. Esta vez a que mi cuerpo se relajase...

No parecía mala gente...


by 1n1g0