Keops
Me había encaminado a la
Isla de Creta, luego de haber escapado furtivamente de las regiones del Monte,
Olimpo, francamente los dioses empezaban a volverse fastidiosos y cotidianos, y
para mi desgracia me encontraba entre ese ciclo de agónica rutina. Los dioses
sin embargo estaban perdiendo poderío sobre la humanidad, esta había empezado a
darse cuenta de lo poco que les importaban a los dioses a menos de que fueran
de utilidad.
- Simples artefactos....
- me dije a mi mismo mientras caminaba por las atestadas calles.
Al pasar unas horas de mi
entrada a la ciudad algo extraño pasó, el cielo se tornó rojizo, y desde los
cielos descendió Hermes, dando la noticia de que al parecer existía un mortal
el cual había aceptado el desafío de los dioses. Francamente por primera vez en
la historia, desde que conocía a Hermes este me alegraba el Día, ya sabía cuál
sería mi rumbo en esta jornada, Ayudar a aquel hombre el cual había retado a
los dioses. A fin de cuentas el mundo se empezaba a poner interesante.
Me dispuse a caminar hacía
mi destino cuando caí en la cuenta de que, no tenía ni la más mínima idea de en
cual punto de la isla se encontraba aquella fuente de Entretenimiento. Me puse
a pensar en una de las mesas de una tienda de víveres en el Ágora, cuando una
vez más mi camino quedo iluminado. Frente a mi yacían varios miembros de la
Guardia del emperador Minos. Al parecer hablaban de una expedición en un gran
navío, el cual supuestamente era la única salida de la isla.
- Mentira... - volví a
pensar para mis adentros.
En realidad había más de
una forma de entrar y salir a la isla y no podía creer que Minos fuese tan
vanidoso como para decir lo contrario, sin embargo, probablemente el viajero
que había desafiado a los dioses no lo sabía, pero fácilmente podría enterarse
de la información acerca del barco, por lo que debería de haberse dirigido
hacia las cercanías del palacio de Minos. Me levanté rápidamente y eché a
correr con la esperanza de alcanzarle.
Región de Midos~
Llegué a lo que me parecía
una gran velocidad, por lo que al detenerme en las murallas del palacio, lo
hice jadeando en gran medida, tras de mi escuché unos pasos, al voltearme me di
cuenta de que eran dos hombres, uno con un traje que le cubría todo y otro que
tenía una mirada desafiante.... sin duda eran ellos. Ambos se detuvieron a
verle por unos segundos, ahí fue cuando el chico se dio cuenta de algo bastante
interesante.
- ¡Oh dios mío eres una
chica! - dijo señalando al hombre en ropajes que al parecer un era un hombre.
Ambos le miraron bastante
sorprendidos, al parecer no había sido un comentario muy inteligente. Pero ahí
empezó su conversación.
- Quien eres? - dijo el
hombre de mirada desafiante.
- Pues... yo soy Keops -
dije con una sonrisa, a pesar de todo el hombre era bastante alto y apenas le
llegaba a la mitad del torso, por lo que la escena parecía bastante cómica. -
de casualidad tu eres el guerrero que ha retado a los dioses? - pregunté
tajante.
El hombre me miró
bastante intrigado, pero siguió su camino bastante serio, la mujer a diferencia
me miró muy concentrada.
- No serás la única en
esta misión… - dijo en voz baja.
- Eh??
- Has venido a acompañar
al guerrero que ha desafiado a los dioses? - dijo esta en respuesta.
- Si....
- Entonces síguenos...
Y así comenzó mi jornada
para derrotar a aquellos que ya me aburrían...
By Silva