Mor
-Querido Mor…
-Cuando me dices “Querido”, significa
que quieres “algo” mi “querido” Hades…- musité sin voltear mientras afilaba la
hoja de mi machete… Mientras de las sombras de todos los árboles del bosque,
piedras, arbustos, en fin, todo lo que pudiese dar sombra, comenzaba a unirse y
a materializar una figura, la oscuridad del señor del tártaro, erebo,
inframundo, o como sea que quieran llamarle a su reino…
-Mi querido Mor, cada día menos
incrédulo- musitó la sombría y carismática voz de Hades mientras me daba unas
palmaditas en el hombro y se apoyaba en uno de los árboles, marchitándolo hasta
que este quedó como si lo hubiesen carbonizado. –Bah, bosque barato…- dije
mientras empujaba el árbol que antes de caer al suelo se volvió ceniza e hizo
con sus manos un asiento con huesos, ya imaginaba de quienes podrían ser esos
huesos…
-Y que misión trae para mí el señor del
inframundo…- musité dándome la vuelta y mirarle, con su arrogante postura en su
silla.
-Pues… No sé si te has enterado de la “Rebelión”-
dijo Hades mientras, se entretenía marchitando todo lo que hubiese a su
alcance, vi a un par de ninfas del bosque correr, nadie en su sano juicio
querría estar con Hades si este se molestaba, o se “aburría” en exceso, excepto
yo… Digamos que me había hecho con las Parcas, además de Perséfone (que por
cierto tengo cita con ella. Tendré que posponerla). Tenía un par de monedas de
Oro para El Caronte, digamos que… me sabía todos los vacíos legales posibles en
el Tátaro… Que puedo decir, soy su siervo…
-Como no enterarme… El mismo Hermes, se
dio la tarea de esparcir la noticia… Bueno Hades, para que tanto preámbulo…-
-Eso es lo que me gusta de ti chico,
siempre vas al hueso…- dijo mientras se levantaba y la silla se hundía en la
tierra y Hades comenzaba a caminar en círculos - ¿Has escuchado el dicho, ten
cerca de tus amigos, pero ten aún más cerca de tus enemigos…?- musitó Hades
mientras llevaba la mano a su mentón.
–No, pero me agrada… A ver… ¿quieres me
infiltre entre los chiquillos que van a “Derrocar” si se puede decir a los
dioses?-
-¡Eso es lo que me encanta de ti Mor
vas un paso más adelante!- musitó apareciendo tras de mí y desordenándome el
cabello, lo miré un momento y me levante.
- Necesito que me mantengas al tanto
Mor, tengo unos buenos planes hechos…- dijo mientras me tomaba del hombro y me
atraía hacia sí, con una camarería sobreactuada solo propia de Hades. –Esta
apuesta va a estar buena, y si movemos las piezas bien, Mor, podríamos hacernos
con el tablero…- musitó mientras miraba al infinito con una sonrisa… Suspiré,
ya se había vuelto a perder en sus “sueños de poder”.
-¿Y dónde están ahora?- pregunté
mientras tomaba su descompuesta mano y la sacaba de mi hombro.
-Están en el laberinto del minotauro…-
-¿El laberinto del cuerno de Minos? …
que pésimo será que te sean adultero con un toro…- dije intentándome contener
la risa al igual que el Hades…
-Seee… ni que lo digas... - dijo
mientras se mordía la mano casi llorando de la risa – Es bastante chistoso…-
dijo para carraspear y ponerse de nuevo serio –Además debo pedirte que saques
los perros a pasear, tu sabes… hoy les toca…- le interrumpí antes de que
continuara.
-¿Y porque crees que afilo el machete?,
siempre que saco “las mascotas de hades” a pasear, tengo que hacerlo llevándome
consigo más trabajo para Caronte.
-Un paso adelante, eso me gusta…- dijo
mientras se alejaba lentamente –No sé cómo le harás Mor, usa tu simpatía, tu
carisma, tu charlatanería, tus artilugios, tu machete, pero te quiero dentro de
ese grupo…- musitó mientras se alejaba lentamente de mí.
-Bueno, por lo menos déjame en Cnosos ,
Creta, para poder llegar a tiempo… de aquí a allá son como 3 días de viaje y no
alcanzo a llegar- dije gritándole ya que se alejaba, él se detuvo, con una seña
me dijo que le siguiera. Que fúnebres y divertidos son los paseos por el Erebo.
Sí, lo recuerdo, lo mismo decía cuando tenía 5 años…
En Cnosos~
¿Cuántos años llevaba haciendo esto? Ya
lo había olvidado, pero los recuerdos de los primeros días vienen cuando pude
tomar una lanza entre mis manos y matar al primer Hoplita, al segundo, al
tercero, y sin darme cuenta un ejército. Tomé con fuerza “las correas” si podía
llamarla de alguna manera, para poder dominar a los Cerberos… Aunque, como yo
siempre era el que los sacaba a pasear, era su “amo favorito” si pudiese decir,
solo espero que nadie en este momento esté intentando escapar del inframundo,
pues si es así, se lo he dejado bien fácil, me he llevado a varios de los
Cerberos… Bueno, de eso que se encargue Hades, es su trabajo.
-A pasear… o mejor dicho a comer… -
dije mientras caminaba con los Cerberos
-Corran Cerberos sean libres... por
unos momentos, siéntete libre de devorar lo que desees, no creo que a Poseidón
le moleste…- dije mientras chasqueaba los dedos y los cerberos bajaban sus
cabezas como en una especie de reverencia y quitaba sus correas, forjadas por
el mismísimo Hefesto… -Ni pensar que por poco y me hace una oz…- susurré
mientras terminaba de desatarlos… -Vayan a ser desastre. Y me quede un momento
mirando cómo se marchaban, más que seguro que se encuentra con “los niños”, no
quise decirle nada a Hades, pero demás que matan a sus perros y me echa la
culpa… Solo esperemos que la curvilínea Perséfone interceda por mí… Mí querida
Perséfone… Hades tiene un buen ojo, lo certifico…
-Bueno mientras a mí, me toca mirar la
arquitectura, esquivar a Dédalo el demente y quien sabe, hasta quizás echar una
corrida con Asterión… de más que me gana… esa cosa de toro le da una ventaja
natural…
-Hay que ser bien desafortunado para
que tu mujer te ponga los cuernos, casi de una manera literal con un toro…-
dije mientras metía mis manos en la capa negra y caminaba mirando las murallas,
mientras hacía tiempo. El plan B es el siguiente, si matan a los perros de
Hades, me toca interceder…
Un rato después~
Pues, menos mal que tenía plan B, con
todo esto tenía ya mi entrada hecha, así que con un ligero movimiento de mi
mano derecha tomé el machete lo coloqué en mi espalda, y cuando llegó la hora
de hacer “el golpe final” el filo de mi machete encontró el cuello de Dédalo,
el demente Dédalo al parecer y pues, no está demás patearlo… un poco… pateé su
cuerpo, me sentía mucho mejor después de haberlo pateado y degollado, había
descargado en esa patada mi ira por haber matado a los Cerberos, seguro que
tenía un buen regaño por parte de Hades…
-Espero no infortunar – musité mientras
me acercaba al grupo, bastante peculiar, de aquí olía a Atenea, todos tienen
sus "trabajos" y adoraciones, no la culpo, la única diferencia es que
yo no obedecía a su patrón, yo lo hacía a Hades, y mi trabajo iba desde
abogado, asesino, ladrón, y otras cosas… que ahora no vienen al caso…
-Pues le he echado una mano con el
loquito, no se preocupe señorita, no vengo a hacerles nada- dije mientras
bajaba el machete de mi hombro y sonreí cortésmente a la niña pasada a Atenea,
aunque me gustaban más las de Afrodita, eran muy buenas en la cama, perdón, les
adoro con más facilidad…
La joven me miró desconfiada…
-Mi nombre es Mor, mucho gusto- dije
hacia ella. Pero no dijo nada, seguía igual de desconfiada, debía ser por mi
aura propia del lugar al que trabajo. Nota menta: Hacer algo con ese olor a
azufre, delata demasiado.
-Mi nombre es Mor…- dije en voz alta
hacia los demás. –Me pregunto si todavía admiten a uno más en sus filas, sus
intenciones son nobles y quiero tomar parte… claro si me lo permiten.- dije
mientras sonreía algo disimulado.
-Toda ayuda es bienvenida…- respondió
uno de los chicos...
-Em preferiría no tomarla, lo siento…
soy… algo escrupuloso con eso de las manos… tu sabes…- pues tenía entendido que
él la tomaba cerrando un pacto quedaba marcado con la esvástica griega, o
quizás eran supersticiones de por ahí, pero por precaución, no la tomaría.
Después sabrá Zeus que me diría Hades por estar marcado…
Todos ladearon la cabeza a forma de
asentimiento…
-¿Y porque haces esto? … Mor…- dijo con
algo de sarcasmo la niña sacerdotisa de La sabiduría y la lechuza y esas cosas…
-Pues, quiero liberarme de mi dueño,
quiero ser libre…- eso salió de repente, no me lo esperaba, tendría que darle a
Hades explicaciones acerca de esto… Bah pero eso será luego… La joven acusó la
mirada y yo enarqué los hombros.
-Siento que seas tan desconfiada
querida, pero no todos en estas cuatro paredes, bueno… o las que sea que tengan
es malo…- ronroneé.
-Vamos a ayudar a los demás musitó el
otro chico.
-Eso imagine…-dije con una sonrisa que
salió algo extraña… Ahora entendía a que venía tanto teatro y preámbulo por
parte de Hades, se trae un buen plan entre manos ese cadáver viejo…
By Double_Angy