1.7.10

Cap 15

Heracles


Evidentemente ese no era el minotauro, de todas maneras podía sentir que era más fuerte de lo que aparentaba. Mi escudo tenía un par de flechas clavadas que rompí pasándole el filo de mi espada. Mire a Dedalo... Un juguete de los dioses, solo era eso y ahora, lamentablemente caería bajo nuestras armas. Al observar sus movimientos me di cuenta de que era veloz, sus alas aun no lo habían hecho remontar vuelo, pero creo que podía hacerlo fácilmente. Sin embargo el ataque de Herotarco cambio las cosas, la lanza en su pecho le dificultaba el movimiento pero este parecía no sentir dolor...
-¿Crees que sienta dolor?- le pregunte serio a mi compañero mientras avanzábamos con nuestros escudos hacia Dedalo, Epifanía nos cubría con su arco, lista para disparar.
-Lo dudo...- respondió este mientras seguíamos avanzando, aunque nos detuvimos cuando este nos disparó nuevamente con su arco. Rodé interponiendo mi escudo, ninguna flecha me dio, me levante y corrí rápidamente saltando hacia el lanzándole un corte directo a su cabeza, pero de la nada interpuso una espada que freno mi ataque, al chocar un pequeño destello salió de mi espada, esta marco apenas la de él... No deje de atacarlo, arduamente, sin darle oportunidad de dejarle usar el arco, rápidamente Herotarco llevo por su otro lado, estuvo a punto de cortarle la cabeza pero Dedalo saco otra espada, de esta manera empezó a luchar simultáneamente contra nosotros, era muy inteligente ya que se movía de manera que Epifanía no pudiera dispararle por culpa nuestra...
-¡No puedo darle!- nos gritó, yo aproveche bloqueando la espada con la que me atacaba y le golpee fuertemente con mi escudo en su cara haciendo que retroceda unos cuantos pasos, una flecha de Epifanía se clavó en su pecho pero este ni se inmuto, otra más intento dar en su cabeza pero su espada la desvió. Íbamos a lanzarnos de nuevo a él pero alzo vuelo, aun con la lanza en su abdomen.
-Rayos...- susurre mientras esquivábamos sus flechas, una rozo mi pierna y otra se clavó allí, rodé a un lado protegiéndome con mi escudo, no podía creer que tuviera tanta puntería aun con un ojo menos. Mire la flecha, sin pensarlo lo arranque aguantando el dolor y un grito. Respire hasta que me levante y corrí hasta ese sujeto, estaba seguro de que me dispararía a mí... Así lo hizo y las esquive ágilmente mientras impulsándome en un escalón salte hacia el lanzando un corte horizontal a su vientre, pero interpuso su espada y rápidamente la dirigió a mi cara, logre interponer el escudo y caí al suelo rodando hacia atrás levantándome, mirándolo seriamente... No tenía ataques muy poderosos ni elaborados, con un ataque coordinado podríamos derrotarle.
-Mi turno...- dijo Herotarco y se lanzó hacia el mientras Epifanía lanzaba más flechas, Dedalo desviaba algunas, otras solamente daban en su cuerpo pero este ni se inmutaba. Herotarco se cubrió con su escudo al ver como el ser descendía a gran velocidad con sus espadas, estas chocaron el escudo, y siguieron destino hasta donde me encontraba junto con Epifanía... Me interpuse y en vez de defenderme salte también hacia el con mi espada apuntándolo, esta le realizo un corte bastante profundo en un lado, por su parte gracias a mi escudo solo me hizo un corte en el hombro, nada grave... El ser se giró a mirarnos, luego se miró a si mismo viendo sus heridas, finalmente volvió de nuevo su vista a nosotros...
-Nunca creí que un simple grupo de mortales pudiera hacerme algo así, pero su suerte se acabó... Prepárense para morir...- dijo con esa voz demoníaca mientras sonreía macabramente y sacaba su arco, Herotarco y yo nos pusimos a la defensiva cubriendo a Epifanía...
-¿Puedes dejarlo ciego? Te cubriremos...- dije sin dejar de mirar mi objetivo, mire a Herotarco, este asintió...
-Todo tuyo chica...- dijo Herotarco mientras esperábamos su ataque, el olor a azufre podía llegar a marearte un poco, pero lo resistíamos bastante bien, me pregunte si luego de liquidar a este encontraríamos al minotauro. Dedalo se preparó y lanzo las flechas, nos cubrimos del ataque y dejamos lado a Epifanía para que lanzase la flecha, pero Dedalo se había lanzado en picada con sus espadas listas, nos cerramos rápidamente y la potencia del choque de sus espadas con los escudos provoco un gran estruendo en el lugar, nos giramos para estar en la misma posición que antes... Era rápido el maldito... Nuevamente preparo su ataque, esta vez no fallaríamos. Las flechas silbaron al volar por el aire en nuestra dirección, algunas se clavaron en nuestros escudos y otras desviaron su rumbo. Esta vez saque mis dagas y las lancé a Dedalo, antes de que se lanzara en picada, con sus espadas se preparó para desviarlas mientras Epifanía surgía de entre medio de nosotros apuntado su arco...

By Silius