Heracles
Isla de Creta~
Las ropas que había
comprado en una de las tiendas de Creta era muy cómodas, ideales para
protegerse del frió, del abrasante sol y para poder luchar más ágilmente. Eran
casi perfectas... En fin, el camino por el que transitaba ahora estaba rodeado
por altos árboles que dejaban pasar apenas la luz del sol, una leve brisa se
levantaba moviendo apenas mis cabellos. Cerré los ojos un momento, recordando a
mi familia... ¿Porque rayos tuvieron que morir? ¿¡Por qué!? Definitivamente los
dioses lo pagarían caro, se metieron con lo que más anhelaba en este mundo,
ahora ya no tengo nada que perder.
Llegue a una encrucijada,
tenía tres caminos para escoger... Saque mi espada, ella me había guiado hasta
aquí, y no bromeaba... En realidad creía que esta espada era especial. Volví a
cerrar los ojos, esta vez la espada se impulsó apenas hacia la derecha de donde
estaba, mire hacia allí... Sin dudarlo guarde mi espada y empecé a caminar
hacia allí, acomodando el escudo que colgaba en mi espalda y sacando el cuero
con agua bebiendo unos cuantos tragos para seguir camino y ya no detenerme. En
realidad no conocía lo que quería la espada, me había guiado hasta aquí, pero
no sabía que me encontraría... ¿Aliado tal vez? Ya lo vería. Debía aceptar que
necesitaba gente para emprender mi partida... De repente el cielo se puso
rojizo y un carruaje de oro apareció en los cielos dando un mensaje... Lo
escuche con atención, una vez que termine de oírlo me había decidido a
encontrar a ese sujeto, el como lo haría era más difícil ya... Pero no me
detendría ahora, debía confiar en mi espada.
Una
Hora Después~
Caminando sin detenerme
logre llegar hasta el punto que mi espada me había indicado. Fruncí el ceño
apenas, ahora debía ver que hacer. Ya había llegado hasta cierto punto, era
momento de... Mire a un lado, había una tienda donde vendían algunas cosas para
comer, en verdad no había comido hacia días ya que recuerdo. Me dirigí hacia
allí gastando algunas monedas pero quedando satisfecho al fin y al cabo. Lo que
me quedaba ahora era caminar en busca de ese sujeto, ¿la espada me habrá
indicado que estaba aquí? Vaya, creo que debo dejar de seguir en todo a mi
espada...
Empecé a caminar sin
destino fijo, hasta que recordé que estas tierras eran dominio de Minos... La
única forma de salir de la isla era mediante el barco que le pertenecía a este,
posiblemente... Muy posiblemente estarían cerca de allí. Cuando pretendía
empezar a caminar hacia allí, un grito o mejor dicho un chillido me hizo
girarme, allí había un hombre completamente encapuchado que tenía un águila en
su brazo, me hacía señas con la otra mano para que me acercara. Dude un
momento, pero de paso le preguntaría donde quedaba el lugar que buscaba...
-Ola Heracles...- dijo
este, podía ver entre las penumbras parte de su rostro, y no era muy agradable.
-¿Cómo sabes mi nombre?-
le pregunte serio...
-Solo lo sé... Y también sé
que pretendes hacer, necesitaras ayuda en tu camino Heracles, luchar contra los
dioses no será tarea fácil... Para nada...-
-¿Quién eres extraño?-
-Eso... Solo un
extraño... Toma Heracles, Midhos te ayudara en tu viaje...- dijo mientras su
ave volaba hasta pararse en mi brazo, me sobresalte un poco pero cuando note
que el ave no me intentaría morderme o algo así me volví al sujeto, pero ya no
estaba allí....
-¿Extraño?- pregunte
tratando de ubicarle, pero me fue imposible... Mire al águila, sus plumas eran
raras, un leve tono dorado las cubría, además al tocarlas note que eran
duras... Filosas... -¿Con que Midhos eh?- le dije, el ave chillo apenas
mientras empezaba a caminar.
Ya que no le pude
preguntar a el sujeto extraño, le pregunte a la próxima persona que se cruzó en
mi camino. De esta manera acompañado de Midhos llegue a este lugar, me llamo la
atención tres sujetos hablando. Abrí los ojos cuando descubrí que era al que
buscaba... Empecé a seguirlos prudentemente, hasta que decidí aparecérmeles.
-¿Quién eres?- me
pregunto al que llamaban Adelphos, este ya había sacado su espada apuntándome.
-Soy Heracles...- le dije
calmado mientras que Midhos chillaba mirando a la chica, esta miraba al ave con
interés. -Vengo de muy lejos con la intención de destruir a los dioses, pero
parece que alguien más se me adelanto y de forma formal...-
-Con que también quieres
acabar con los dioses...- dijo Adelphos, bajo su espada...- Entonces bienvenido
Heracles, ellos son Epifanía...- dijo señalando a la chica, asentí con la
cabeza -Y él es Keops- hice lo mismo.
-¿Y de dónde vienes?-
pregunto el chico...
-Tebas- respondí
rápidamente
-¿Tebas? Interesante...-
dijo el chico, fruncí apenas el ceño pero después me dirigí a Adelphos...
-¿Cuál es tu plan?- le
pregunte, mientras Midhos se movía un poco de mi brazo. Me caía bien el ave...
-Intentaremos conseguir
un barco...- me respondió este, asentí con la cabeza y seguimos caminando.
By Silius